Suministros

«No hay riesgo cero, pero solo una catástrofe nos dejaría sin luz»

REE, Endesa y Naturgy coinciden: “Suministros garantizados. Tenemos el doble de capacidad de generación que los picos más altos de demanda”

Torres de alta tensión y tendido eléctrico
Torres de alta tensión y tendido eléctricoJesús G. FeriaLa Razon

Uno de los lugares más seguros de España es el Centro de Control de Red Eléctrica de España. Pero no es el único. De hecho, hay otro exactamente igual de seguro. Una réplica exacta del Cecoel en algún lugar oculto del país, con sus ingenieros y ordenadores preparados para tomar el control en caso de que un ciberataque o cualquier incidente sea capaz de alterar a su espejo madrileño, situado en la sede central de REE, junto a la exclusiva urbanización de La Moraleja. Allí se gestiona en tiempo real toda la electricidad que circula por las redes españolas, mapeada en un panel compuesto por 32 pantallas de 50 pulgadas en las que se representa en píxeles el sistema como una red neuronal interconectada, teñida de terminaciones nerviosas eléctricas rojas, verdes, amarillas y azules.

Si ese gigantesco panel de ocho metros de largo por tres de alto se fundiera a gris, no a negro, España se enfrentaría a su primer gran apagón en décadas. En ese escenario de altas tensiones reina David Alvira, jefe del corazón de REE, quien descarta de plano que esas pantallas pierdan su colorido este invierno. «No hay ningún indicio objetivo que haga pensar que pueda producirse un problema de suministro eléctrico en España», explica a LA RAZÓN. Alvira va más allá al remarcar el elevado nivel de cobertura del sistema. «La capacidad de generación es más del doble que cualquier punta de demanda que se haya podido producir nunca», añade. En su opinión la resiliencia de las infraestructuras ha quedado «más que demostrada en muchas ocasiones». Sin ir más lejos en enero de este año, durante la tormenta «Filomena». «El sistema eléctrico no se vio comprometido y garantizó el suministro en todo momento», subraya.

La voz de alarma sobre un posible apagón la dio hace unos días la ministra de Defensa de Austria, Klaudia Tanner, quien aseguró que la cuestión no era si habría un apagón, sino cuándo. El Gobierno austriaco lo considera, de hecho, un «riesgo real» para toda Europa. «Un apagón es una de las mayores amenazas para los estados modernos. Si no hay electricidad, la seguridad del suministro, el tráfico, las comunicaciones y, por último, pero no menos importante, la seguridad pública están amenazadas», advirtió su ministro de Interior, Karl Nehammer.

El sistema eléctrico peninsular cuenta con un elevado nivel de cobertura y su capacidad de generación –con más de 107 gigavatios de potencia instalada– más que duplica cualquier pico de demanda que se haya producido hasta el momento. Por ejemplo, el máximo histórico alcanzó una potencia instantánea de 45.450 MW (el 17 de diciembre de 2007 a las 18:53 horas); y el máximo registrado este año 2021 llegó a una potencia instantánea de 42.225 MW (el 8 de enero a las 14:05 horas). Incluso ante esos picos, a España le habría sobrado electricidad en condiciones óptimas y hasta habría podido iluminar Austria entera.

Pero el cierre del gasoducto del Magreb, ha complicado el panorama. El conducto que discurre por el territorio alauí fue cerrado el pasado 1 de noviembre por el conflicto diplomático entre Argelia y Marruecos. El GME recorría desde hace 25 años más de 1.400 kilómetros de longitud, desde el campo argelino de Hassi R’mel. Unos 540 kilómetros transcurrían por suelo marroquí y cruzaba los 45 kilómetros del estrecho de Gibraltar antes de llegar a Cádiz.

Su capacidad de transporte era de 10.000 millones de metros cúbicos anuales a la Península, aunque el bombeo era muy inferior. El GME aún recorre esos 1.400 kilómetros, pero ya no trae más que polvo. España depende ahora exclusivamente de los 8.000 millones de metros cúbicos de suministro del Medgaz, 750 kilómetros que conectan directamente los yacimientos argelinos con Almería. Argelia ha ampliado su capacidad en un 25% para poder responder a la demanda española.

El resto se completará con buques metaneros, una provisión que ha ampliado Enagás con la descarga de 136 barcos metaneros en el periodo invernal (noviembre 2021-marzo 2022), 50 buques más que el pasado año, gracias a las subastas extraordinarias de «slots», ventanas de capacidad para la descarga de barcos de gas natural licuado (GNL) en las plantas de regasificación.

Pero, ¿y si falla algo? El pasado verano un incidente con un hidroavión en una línea de alta tensión dejó más de 600.000 afectados, lo que da una idea del impacto de un solo incidente.

«La probabilidad cero no existe, pero estamos muy próximos a ella. El caso que menciona fue un accidente aislado, del cual nunca estamos exentos, aunque su probabilidad de ocurrencia sea muy baja. El sistema eléctrico español tiene un margen de cobertura muy amplio. Tenemos una capacidad instalada que supera en un 50% la demanda máxima del sistema. Solo una confluencia catastrófica de muchos eventos negativos podría ponerlo en dificultad», indica a este diario Juan María Moreno Mellado, director general de gestión de la energía de Endesa.

El cierre del gasoducto del Magreb ya es un evento negativo. ¿Afectaría al suministro de luz?

«No. Por el gasoducto del Magreb circulaban únicamente 4 bcm al año (4.000 millones de metros cúbicos), una cifra muy inferior a su capacidad máxima. Los operadores que tenían contratos que utilizaban este gasoducto (Endesa no tenía ningún contrato que utilizase ese gasoducto) han anunciado que ya disponen de vías alternativas, como la ampliación del gasoducto Medgaz y contratos de GNL. Por lo tanto, el suministro de gas al sistema español no se va a ver afectado y, en consecuencia, tampoco el suministro eléctrico».

Pero, ¿y si fallan los metaneros? En el caso concreto de Endesa, no habría problema. «Afrontamos el invierno con un exceso de suministro respecto a la demanda prevista tanto de nuestros clientes como de nuestros ciclos combinados. Ello incluye la llegada de GNL, el suministro a través del gasoducto Medgaz y los almacenamientos en tanques, que por cierto se encuentran en máximos históricos para el conjunto del sistema. Por lo tanto, con la programación actual tenemos asegurado el suministro para nuestros clientes, tanto industriales como domésticos de electricidad y gas».

Compañías como Naturgy confirman también a este diario que el suministro está totalmente garantizado a sus clientes. No hay riesgo cero, pero para los expertos el apagón es más que improbable.