Empleo
Los empresarios presentan su propuesta para la reforma laboral: bajar las indemnizaciones, tres tipos de contrato y fomentar la formación dual
El Círculo de Empresarios acusa al Gobierno de mandar mensajes “diferentes y contradictorios” sobre una reforma “relevante con la que nos jugamos tanto”
El Círculo de Empresarios ha presentado esta mañana un documento en el que se recogen una serie de propuestas pensadas para la reforma laboral, encaminadas a generar “empleo estable”. Manuel Pérez-Sala, presidente del Círculo, y Salvador Torres, copresidente del comité Laboral y Diversidad, han mostrado su preocupación por “recibir mensajes diferentes y a veces contradictorios” por parte del Gobierno sobre lo que han definido como “una reforma tan relevante y con la que tanto nos jugamos”. Bajo el título “Un mercado laboral eficiente que genere empleo estable”, el Círculo establece tres puntos concretos en los que considera que debe encaminarse la reforma laboral: “simplificar y modernizar el sistema de contratación, mejorar la flexibilidad de las relaciones laborales, y desarrollar políticas activas de empleo y de promoción del empleo juvenil”.
Para el Círculo, es fundamental que haya una “reflexión reposada” por parte del Gobierno y de las Administraciones Públicas, “exenta de condicionantes ideológicos”, que busque medidas para mejorar el mercado laboral y que cuenten con cuatro apoyos básicos: consenso, simplificación, innovación y flexibilidad.
Simplificar y modernizar el sistema de contratación
Las problemáticas derivadas de los altos niveles de desempleo y la temporalidad, demandan nuevas medidas a la hora de contratar. Según apunta el informe, nuestro país tiene una elevada indemnización por despido de trabajadores indefinidos y una legislación muy flexible en términos de contratación temporal. Estos aspectos suponen “gran rigidez en el mercado de trabajo” y generan desigualdad. A modo de solución, el Círculo propone que solo haya tres tipos de contrato:contrato indefinido (debería ser la figura contractual por defecto), contrato temporal (tendría motivación causal), y contrato para la formación y el aprendizaje (que favorezca la transición al contrato indefinido una vez completado el proceso formativo).
El Círculo defiende que la existencia de contratos temporales no es negativa, y que lo importante es que esa duración determinada esté justificada. Manuel Pérez-Sala ponía de ejemplo trabajos como el de socorrista o campañas como la de Navidad, situaciones concretas en las que la temporalidad está justificada. “Para evitar el encadenamiento de contratos temporales, su duración no debería superar los 36 meses. Y para garantizar la flexibilidad, su regulación debería dejarse en el ámbito del acuerdo o convenio colectivo de empresa”, apunta el informe.
En cuanto a la indemnización, el Círculo apunta que España se encuentra entre los países de la UE con mayor indemnización por despido, lo que implica barreras de entrada al mercado laboral. La solución que se propone se conoce como “mochila austríaca”. Este concepto habla de un sistema mixto en el que un parte de la indemnización por finalización del contrato dependería de la antigüedad del trabajador en la empresa, y la otra, de una cuenta de ahorro individual, nutrida de aportaciones periódicas, por un importe equivalente a seis días de salario por año trabajado. “Esta contribución a la cuenta de ahorro individual corresponde a la actual cotización del trabajador a la Seguridad Social en concepto de desempleo y sería realizada por la Administración Pública con cargo a esa contribución”, explican. Este nuevo sistema no implicaría menor retribución para el trabajador ni mayor costes laborales para la empresa.
Mantener la flexibilidad de las relaciones laborales
Según el informe, el concepto de “flexiseguridad” es claramente la estrategia laboral ganadora. Lograr un mercado de trabajo flexible, que garantice la protección social de los trabajadores y que incluya políticas de formación y reinserción laboral muy activas son las tres claves para conseguir esa flexibilidad. Durante la pandemia hemos visto cómo el Gobierno utilizaba los ERTE, una herramienta de flexibilidad interna que ha dado buenos resultados y que el Círculo plantea como uno de los mecanismos claves de cara al futuro. Pide que sean sencillos y transparentes y se plantean como una alternativa a la rescisión de contrato. Además, se habla del ERTE permanente, lo que quiere decir que no solo se recurriría a ellos en situaciones extraordinarias, sino también de normalidad, para afrontar casos justificados de alteración de la actividad empresarial.
Se aborda a su vez la negociación colectiva, y se apunta que debe prevalecer el convenio de empresa sobre el sectorial, ya que el primero es el que facilita una negociación más cercana y adecuada a los trabajadores y empresas.
Apostar por la formación y promoción del empleo juvenil
Por último, el Círculo ha mostrado gran preocupación por las cifras de paro juvenil que hay en España, de las más altas de la UE. “Un 35% de los jóvenes no tiene capacitación para el empleo”, ha destacado Pérez-Sala. A modo de solución, se apuesta por la formación profesional, especialmente la dual, donde se unen educación e inserción en la vida laboral. El Círculo ha insistido en la necesidad de una colaboración público-privada y de reforzar las relaciones empresas-centros de enseñanza para que este modelo sea exitoso.
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