El límite del 2% a la subida del alquiler empieza a pasar factura a la inversión

La prohibición de incrementar los precios de los alquileres por encima del 2% hasta finales de junio está ya pasando factura al mercado. Un 12% de los que tenían previsto invertir en una vivienda para arrendarla ha abortado la operación, según una encuesta realizada por idealista, el principal “marketplace” inmobiliario español, entre 7.000 de sus usuarios en la primera semana de abril.

A finales de marzo, el Gobierno, dentro del paquete de medidas aprobadas para mitigar los efectos económicos de la guerra en Ucrania, decidió limitar el incremento de los alquileres ligados al IPC hasta un máximo del 2% por un periodo de tres meses. La norma contempla que la actualización de las rentas por alquiler tengan una revalorización máxima del 2% si se trata de grandes propietarios y permite libertad de pactos en el resto de propietarios. Aún así, en caso de no llegar a un acuerdo entre ambas partes, la subida máxima será también del 2%, lo que implica de facto que la aplicación de esta medida será para todo el parque inmobiliario en alquiler. La medida ya fue entonces muy cuestionada por el sector inmobiliario, que advirtió de que podría afectar al mercado y contraer la oferta de viviendas en alquiler. Un efecto que, a tenor de los resultados de la consulta realizada por idealista, ya se está dando.

Miedo a que se prolongue en el tiempo

Entre los potenciales inversores también existe el temor de que la limitación, que por ahora tiene carácter temporal, se prolongue durante más tiempo. Según idealista, el 18% sospecha que la medida se prolongará durante varios años. No son los únicos que así lo temen. Tanto el presidente de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), José Ramón Zurdo, como la Asociación Madrileña de Empresas Inmobiliarias (Aamdei) ya advirtieron tras su aprobación de que también temen que, como ha ocurrido con otras medidas del denominado “escudo social” que se aprobaron en 2020 para combatir los efectos de la pandemia, esta intervención de precios se prolongue más allá del verano.

Aunque el porcentaje de inversores encuestados que han detenido sus operaciones sea del 12%, el de los que piensan que la limitación puede afectar a su inversión es más amplio y alcanza el 34%, mientras que mientras que otro 41% no tiene aún claro si podría llegar a afectarle.

Los que han decidido seguir adelante con su inversión en vivienda para alquilar lo hacen movidos, sobre todo, para buscar seguridad de cara a su futura jubilación (35%); mientras que otro 32% lo hace para aumentar los ingresos actuales de su unidad familiar. El 26% de los encuestados busca cubrirse frente a la inflación y el 23% busca obtener una segunda vivienda “que se pague sola”. La inversión en vivienda para ponerla en el mercado del alquiler es la principal opción (el 58%), seguida de la compra para poner la vivienda en el mercado vacacional (17%) y la compra para reformarla y ponerla otra vez en venta (8%).