
Comprar vivienda
Si tienes una casa en propiedad, tienes un tesoro: "Es una ventaja aplastante"
La experta revela por qué tener vivienda propia se ha convertido en la decisión financiera más inteligente del momento

La decisión entre alquilar o comprar una vivienda se ha convertido en uno de los debates más intensos de los últimos años. Los precios del alquiler han alcanzado cotas históricas, especialmente en las grandes ciudades, mientras que el acceso a la propiedad sigue siendo un reto para muchas familias españolas.
Esta disyuntiva no tiene una respuesta única ni válida para todos los casos. Cada situación personal, edad y circunstancias económicas pueden inclinar la balanza hacia una opción u otra, más allá de las tendencias generales del mercado inmobiliario.
La presión social y financiera empuja a muchos hacia la compra, pero los expertos insisten en que no siempre es la decisión más acertada. La clave está en analizar cada caso individual sin dejarse llevar por mantras o creencias populares.
La propiedad como escudo frente a la jubilación
Según apuntan desde el podcast de Judith Tiral, alquilar no significa tirar el dinero, pese a lo que muchos piensan. Natalia de Santiago, experta en finanzas, rompe con esta creencia arraigada y defiende que “no hay gasto más noble que poner un techo sobre tu cabeza”.
La ingeniera financiera explica que comprar no siempre es una buena inversión, especialmente a corto plazo. Durante los primeros años de hipoteca, la mayor parte del dinero se destina a amortizar gastos e intereses, no a reducir la deuda principal. “Si vendes tras cinco años, en una situación normal igual, no has compensado los gastos”, advierte.
Para de Santiago, la edad juega un papel determinante en esta ecuación. Hasta los 45 años aproximadamente, recomienda priorizar el ‘learning potential’ o capacidad de generar ingresos. “Que dejes de montar un negocio o de irte a una ciudad con mejor proyección laboral por tu casa puede ser una mala idea financieramente”, explica.
Sin embargo, a partir de los 40 años la perspectiva cambia radicalmente. La experta es tajante: “Una casa en propiedad puede ser una ventaja aplastante de cara a la jubilación”. El alquiler “se pone muy crudo” cuando llega la edad de retiro, momento en el que los ingresos se reducen considerablemente.
La flexibilidad emerge como otro factor crucial. Los jóvenes necesitan movilidad para aprovechar oportunidades laborales y de crecimiento personal. El alquiler permite esta adaptabilidad sin las ataduras de una propiedad.
En cuanto al ahorro, Santiago desmonta el mito del “todo o nada”. Incluso 50 euros mensuales pueden marcar la diferencia a largo plazo. “Cada paso que haces es bueno y en finanzas pasa lo mismo”, asegura, comparándolo con el ejercicio físico: no hacer una maratón no significa renunciar al deporte.
La clave está en encontrar el equilibrio entre seguridad futura y oportunidades presentes, manteniendo siempre la liquidez necesaria para afrontar imprevistos.
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