Otro desafío de Planas al campo

Primero los hechos: nos encontramos con la situación de sequía más grave de este siglo, por no remontarnos al anterior; de acuerdo con los cálculos hechos por organizaciones agrarias, como ASAJA, y otros medios del sector, los daños provocados en el campo oscilan entre 8.000 y 10.000 millones de euros; la situación está poniendo contra las cuerdas a una parte significativa de las explotaciones agrícolas y ganaderas; también va a contribuir a que suban los precios a los consumidores de productos como el aceite de oliva, la leche de vaca, los cereales o diversos tipos de carnes; los pantanos se encuentran bajo mínimos, especialmente en las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana. Y, frente a esta situación de sequía agraria, ¿qué han hecho el Gobierno y el ministro de Agricultura? Pues, siguen los hechos: en marzo, cuando el problema era incipiente, convocó una reunión de la Mesa de la Sequía presidida por el subsecretario del Ministerio; desde entonces, nada de nada, a pesar de que la situación se ha agravado mucho desde final de la primavera y todo el verano; ni siquiera se ha llegado a reunir el llamado “grupo técnico de seguimiento de la sequía”, que se creó en marzo.

Ante las críticas por la desaparición de Planas en este asunto, el ministro se ha “despachado” convocando la primera reunión del citado “grupo técnico” para la próxima semana. Se trata de una operación de imagen, una más, de la que no cabe esperar decisiones y medidas concretas. Primero, porque es de muy bajo nivel, ya que estará presidida por un técnico: Planas sigue desaparecido y ha decidido que sea un subdirector general el que se ponga al frente; insisto en que estamos ante el problema más grave del campo español en este siglo. En segundo lugar, la reunión será por videoconferencia, lo que es otra muestra más de la importancia muy menor que la conceden en el Ministerio. En tercer lugar, y de acuerdo con el orden del día, solo habrá informes: sobre situación meteorológica y previsiones, reservas hidrológicas, seguro agrario, situación territorial, situación sectorial y, por último, ruegos y preguntas. Para terminar, otro ruego: ¡Planas, deje de ponerse de perfil y haga algo! Pero eso no sería un ruego, sino un milagro.