Inversiones

Las claves de la semana para invertir en Bolsa

La fortaleza del dólar continúa en aumento respaldado por la Reserva Federal, en su cruce con el euro cayó por debajo de 0,98 por primera vez desde 2002

La Bolsa española
La Bolsa españolaAltea TejidoAgencia EFE

El mercado está empezando a poner en precio la posibilidad de que la economía entre en recesión. Hasta ahora había tratado de verlo desde un prisma de cierto optimismo, en el que hablaban de aterrizajes suaves, techos de inflación y periodos transitorios. Pero la dureza de los bancos centrales y el progresivo empeoramiento de los datos está empezando a pesar sobre el ánimo de los inversores.

La semana pasada cayó todo, bolsas, bonos y materias primas, lo que nos indica cómo los inversores están más preocupados por reducir exposición que por rotar sus carteras. La decisión de Reino Unido de reducir impuestos para estimular la económica produjo el efecto contrario, ya que los inversores temen que esto provoque un aumento en la inflación.

La Fed subió 75 puntos básicos por tercera reunión consecutiva, pero quizás lo que más sorprendió fue la intención de acabar el año con unos tipos sobre el 4,4% y en 2023 en el 4,6%. Powell reiteró que está dispuesto a tolerar una recesión más profunda a cambio de mantener el control sobre la inflación. Las nuevas proyecciones incluyen la posibilidad de un aumento de la tasa de desempleo hasta el 4,4%, lo que supone la pérdida de más de un millón de empleos.

El Banco de Inglaterra subió otros 50 puntos los tipos a la espera de los efectos que las medidas del nuevo gobierno puedan generar en la economía. El Banco Nacional de Suiza subió 75 puntos y situó los tipos en positivo por primera vez desde 2015. Otros bancos centrales como los de Suecia, Noruega subieron los tipos, mientras el Banco de Japón decidió mantener su política monetaria sin cambios a pesar de la fuerte debilidad de su moneda.

El mercado inmobiliario en EEUU sigue dando muestras de debilidad, la venta de casas existentes cayó por séptimo mes consecutivo, cerca de un 20% que en el mes de agosto del año pasado. Las tasas hipotecarias están detrás de esta caída, la semana pasada el tipo fijo a 30 años subió hasta el 6,36% por primera vez desde 2008.

La Unión Europea está cerca de anunciar la octava ronda de sanciones contra Rusia después de que Vladimir Putin anunciara una “movilización parcial” con la que pretende reclutar hasta 300.000 soldados. También pretende justificar la escalada de tensiones a través de referéndums en las regiones de Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia, que representan alrededor del 15% del territorio ucraniano. Este las distintas sanciones, vuelve a destacar la posibilidad de imponer un precio máximo al petróleo ruso.

La rentabilidad de los bonos continúa en aumento, mientras que el 2 años norteamericano subió del 4% por primera vez en 15 años, el 10 años ya está por encima del 3,8%. La racha bajista impulsada por las continuas revisiones al alza de los tipos está empezando a alertar a los inversores. El petróleo cayó por cuarta semana consecutiva y ya cotiza por debajo de los 90 dólares ante una perspectiva de menor consumo y la nueva liberación de reservas estratégicas de EEUU.

La fortaleza del dólar continúa en aumento respaldado por la Reserva Federal, en su cruce con el euro cayó por debajo de 0,98 por primera vez desde 2002, mientras que frente a la libra se fue a mínimos desde 1985 por debajo de 1,11. Esto ha llevado a Japón a intervenir comprando yenes por primera vez desde 1998 para tratar de detener la caída.

Eventos destacados

  • En Europa destaca la publicación del dato de PIB en Alemaniacorrespondiente al tercer trimestre del año, se espera un 0,1%. La primera potencia europea lleva todo el año esquivando la recesión con un crecimiento de un 0,2% en el primer trimestre y un 0,1% en el segundo. También se publicará el Ifo de confianza empresarial en Alemaniadonde se espera un ligero repunte desde los niveles más bajos de mediados de 2020.
  • El jueves se publicarán datos de IPC correspondientes al mes de septiembre en España y Alemania y el viernes en la zona euro, que podría marcar un nuevo máximo anual en el 9,6%. El viernes también se publicarán datos de PMI de China que podría seguir en contracción por segundo mes consecutivo.
  • En EEUU destacan los datos de viviendas nuevas, que podrían caer de 500.000 por primera vez desde la pandemia y la confianza del consumidor en The Conference Board que podría repuntar por encima de los 100 puntos, todavía lejos de los niveles alcanzados en la pandemia.
  • Entre las comparecencias de los distintos miembros de los bancos centrales destacan el lunes las de Kuroda del Banco de Japón, y las de Lagarde el lunes martes y miércoles, Luis de Guindos por su parte lo hará lunes martes y jueves. Respecto a la Fed el martes y miércoles hablará Powell y Bullard lo hará martes, miércoles y jueves.

El evento de la semana: Elecciones italianas

Aunque está pasando por graves dificultades financieras, Italia continúa siendo la tercera potencia del viejo continente, por lo que sus decisiones afectan al conjunto de la Unión Europea. Tras un nuevo desencuentro político se han celebrado elecciones este pasado domingo con la peor tasa de participación de la historia de la democracia. A partir de ahora se espera que Giorgia Meloni se convierta en la primera mujer y ministra de extrema derecha desde que el país se convirtió en primera república.

La alianza de Meloni incluye a Matteo Salvini de la Liga y Silvio Berlusconi de Forza Italia. Los mercados miraran muy de cerca las primeras declaraciones ante el temor de que desafié las reglas de la Unión Europea. Parece que Meloni no quiere disparar las alarmas y es que en el corto plazo están en jugo los 200.000 millones en fondos de recuperación a falta de negociar algunos términos. De hecho, la prima de riesgo entre Alemania e Italia tan solo se ha incrementado 15 puntos desde que Draghi anunciara su renuncia el pasado 19 de julio.

Entre las medidas anunciadas en precampaña por Meloni destaca la aplicación de un impuesto único, proteger a las empresas italianas de adquisiciones extranjeras y la oposición de más derechos civiles a la comunidad LGTB. Por otro lado deberá afrontar una difícil situación económica, con un déficit que supera el 7% y un endeudamiento sobre el PIB mayor al 150%.