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Mercados

Las bolsas encajan sin sobresaltos el resultado electoral en Italia

En una sesión con fluctuaciones, volatilidad y pérdidas menores, Milán cerró incluso con ganancias y fue el mejor de los parqués europeos

Vista de las pantallas que muestran la evolución del IBEX 35 este viernes tras la apertura de la Bolsa de Valores de Madrid Altea TejidoEFE

Había expectación –incluso miedo entre los analistas– porque el triunfo del bloque de derechas en las elecciones italianas –formado por Hermanos de Italia (FdI), Liga y Forza Italia (FI) y liderado por Giorgia Meloni– pudiera provocar un desplome en los mercados por su propuesta política. Pero, a tenor de lo ocurrido en los parqués de las grandes bolsas y de los mercados financieros, el peligro a un desplome generalizado quedó desechado pese a la volatilidad de la sesión, las divisas y el alza de la rentabilidad de la deuda, presionados por el cambio político en el país transalpino y por el nuevo rumbo de la política económica de Reino Unido, cuya moneda llegó a desplomarse ayer hasta tocar mínimos desde 1971.

Pese a ello, la mayor parte de los mercados europeos cerraron con mínimas ganancias, en una sesión plena de fluctuaciones pero que acabaron con ligeras pérdidas a la espera de acontecimientos. Fráncfort cayó un 0,46% para cerrar la jornada con 12.227,9 puntos, y París descendió apenas un 0,24% en un contexto de inquietud por la subida de tipos y el empeoramiento del contexto económico, no por la influencia italiana. Londres y Madrid también cerraron en números rojos. La plaza madrileña lo hizo un 0,99%, la que más, para registrar un nuevo mínimo anual, 7.508 puntos, pero lejos de las pérdidas del 2,4% acumuladas en la sesión del viernes.

Milán quiso llevar la contraria y lideró las ganancias en el continente, con una subida del 0,67% en su selectivo FTSE MIB, hasta los 21.207,25 puntos, dejando claro que los inversores no tienen mayor preocupación por el cambio de Ejecutivo debido a la estabilidad que proporciona una mayoría amplia para gobernar, una cuestión que animó las inversiones. El único «pero» estuvo en la prima de riesgo italiana –la que mide el diferencial entre el bono a diez años alemán y el nacional–, que subió hasta los 242 puntos básicos, igualando el récord del año marcado en junio, cuando alcanzó esa misma cota, y con el rendimiento de los bonos a 10 años en el 4,53%, en máximos desde octubre de 2013.

El propio vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, cree que la economía italiana no se verá afectada por un gobierno encabezado por la derecha dura y espera que este Ejecutivo seguirá el mismo camino que el anterior, «el de la recuperación de la economía, que en Italia lo ha hecho mejor que la media europea en los últimos dos años y que ya ha recuperado el nivel de renta previo a la pandemia». Sí recordó que el problema lo tienen en su deuda pública, que se sitúa en torno al 150% del PIB, pero está en una posición inversora neta «muy buena», aseguró el directivo del BCE.