Banco de España

Las familias tiran ya de ahorros por la inflación y pierden 5.340 millones de su riqueza en tres meses

La deuda de los hogares se incrementó en 5.600 millones en el último año

El Banco de España es la entidad que recopila los datos sobre la deuda pública. En la imagen, sede central de la entidad en Madrid
El Banco de España es la entidad que recopila los datos sobre la deuda pública. En la imagen, sede central de la entidad en Madridlarazon

El enorme ahorro embolsado desde la pandemia por los hogares españoles empieza a perder fuelle por culpa de la inflación, la subida de costes y la crisis económica. En este contexto, la riqueza financiera de las familias españolas -que se mide por la diferencia entre los ahorros y las deudas- se redujo un 1% en solo tres meses, principalmente por la presión del alza de los precios, hasta situarse en 1,89 billones de euros a cierre de junio, pese a que la tasa interanual todavía continúa en positivo un 0,3%. Por otro lado, los hogares han sufrido un ligero repunte de la deuda de los hogares en términos absolutos, aunque se moderó hasta el 56,5% del PIB -frente al 61,5% de junio de 2021-.

Así los determinan las Cuentas Financieras de la economía española publicadas por el Banco de España, en relación con el PIB, que muestran que los activos financieros netos representaron el 149,1%, ratio que fue 14 puntos porcentuales inferior a la de un año antes, ya que la economía creció con mayor intensidad que la riqueza de las familias. Los activos financieros de los hogares -dividido en dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- se redujeron un 0,2% en el segundo trimestre, hasta los 2,67 billones de euros -en torno a 5.340 millones menos-, aunque en el último año subieron un 0,7%, una cifra equivalente al 210% del PIB.

Este repunte anual refleja la adquisición neta de activos financieros, que fue de 63.600 millones de euros en los últimos 12 meses, concentrada en depósitos y, en menor medida, en participaciones en el capital, que fue parcialmente compensada por una revalorización negativa de 44.900 millones de euros. El grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos, que supone el 40% del total y fue el que más incrementó su peso (en 1,7 puntos), además de en participaciones de capital (29%), participaciones en fondos de inversión (14%) y seguros y fondos de pensiones (13%) que fue el que más cayó (-1,6 puntos), condicionado este último por su revalorización negativa.

En cuanto a la deuda consolidada de empresas y hogares alcanzó los 1,679 billones de euros en el segundo trimestre de 2022, un 0,7% por debajo de los 1,691 billones registrados un año antes y un 4,2% superior al nivel de finales de 2019, antes de que comenzara la pandemia. En términos del PIB, la ratio indica una moderación del endeudamiento hasta el 132,2%, frente al 146,1% de junio de 2021, pero por encima del 129,3% de diciembre de 2019.

Empresas y hogares contribuyeron de distinta forma a esta evolución. La deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo desde los 979.100 millones en junio de 2021 a los 961.200 millones en junio de 2022. En términos del PIB se redujo hasta el 75,7%, frente al 84,6% de junio de 2021, permaneciendo por encima del 72,5% del último trimestre de 2019 (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 98,5%, frente a 108,5% y 93,2%, respectivamente).

Por su parte, la deuda de los hogares pasó de 712.000 millones en junio de 2021 a 717.600 millones en el mismo trimestre de 2022 (707.600 millones en diciembre de 2019), 5.600 millones más. La ratio sobre el PIB disminuyó hasta el 56,5%, porcentaje inferior al 61,5% del mismo trimestre de 2021 y similar al 56,8% de finales de 2019.

Respecto a las operaciones financieras netas de los sectores residentes -la que corresponde a empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas-, éstas mostraron en los últimos cuatro trimestres un signo positivo (financiación neta otorgada) de 22.500 millones de euros, equivalente al 1,8% del PIB, frente al 1,3% observado un año antes. La tendencia hacia cifras más negativas en el caso de las administraciones (aumentos en la captación de financiación) y más positivas en el caso de los hogares (aumentos en la provisión de financiación) que destacaba tras el inicio de la pandemia se ha revertido en los últimos trimestres, aunque en el primer caso no se ha retornado a los niveles observados en 2019.

Así, la financiación neta captada por las administraciones públicas en términos del PIB fue menor, situándose en el segundo trimestre de 2022 este neto en el -4,4% del PIB, frente al -8,6% de junio de 2021, aunque aún supuso mayor financiación de la captada en diciembre de 2019 (-3%). La financiación neta otorgada por los hogares se ha reducido en el último año hasta el 1,6% del PIB, desde un 6,6% en el mismo período de 2021, por debajo del 2,4% de finales del 2019.