Consumo

Estas son las alternativas para calentar su hogar sin usar la calefacción

Los hogares españoles gastan unos 750 euros al año en calefacción

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El frío ha tardado en llegar, pero una vez que lo ha hecho, parece que ya es para quedarse, adueñándose así de la mayor parte de países alrededor del globo. Por tanto, dado que las bajas temperaturas ya se han hecho notar en los hogares españoles, no es de extrañar que se vengan unos meses complicados a raíz de los elevados precios de la energía. Tanto es así, que de media, los hogares españoles gastan unos 750 euros al año en calefacción, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cifra que podría ascender aún más ante esta problemática. Es por ello que cada vez son más los consumidores que buscan alternativas para calentar su hogar sin necesidad de encender la calefacción para que su factura energética no se dispare a final de mes.

En este sentido, desde la OCU aseguran que calentar una casa, si no se dispone de calefacción o no se quiere encender para no arruinarse, es posible a través de diferentes alternativas como radiadores, estufas o calefactores.

Los aparatos portátiles para la calefacción como las estufas de butano o los radiadores de aceite, están pensados para calentar una estancia, y no una vivienda entera, por lo que no son el método más eficiente para calentar nuestro hogar. Por tanto, a la hora de elegir entre un aparato u otro, es importante saber cuál es más eficiente así como la potencia de cada uno de ellos, por lo que desde la OCU han elaborado una tabla para que el consumidor conozca el gasto aproximado por hora de uso de cada aparato:

  • Bomba de calor: 0,196 €/hora de uso.
  • Estufa halógena: 0,276 €/hora de uso.
  • Estufa de butano: 0,453 €/hora de uso.
  • Convector: 0,46 €/hora de uso.
  • Calefactor: 0,46 €/hora de uso.
  • Radiador de aceite: 0,575 €/hora de uso.
  • Estufa de parafina: 0,902 €/hora de uso.

De todos estos aparatos, las bombas de calor son las más eficientes dado que por cada kWh hora que consumen de electricidad aportan 4 kWh de calor, lo que supone unos 455 euros al año. No obstante, este aparato requiere de una inversión elevada que asciende a unos 8.000 euros para 16 kW.

Las estufas halógenas ayudan a calentar rápidamente el espacio de la casa donde pasamos más tiempo, enfocando el calor hacia dónde están orientados, dado que a una distancia de pocos metros estos pierden eficiencia.

Las estufas de butano no consumen electricidad y a su vez son muy potentes para calentar con facilidad habitaciones grandes, aunque estas emiten CO2 y otros gases contaminantes, siendo esencial utilizarse en estancias bien ventiladas.

Por su parte, los convectores funcionan emitiendo aire caliente sin apenas ruido, aunque desde la OCU señalan que estos normalmente no son aptos para los baños del hogar.

Los calefactores son aparatos pequeños y ligeros, que al igual que los convectores, emiten aire caliente, siendo capaz de calentar un espacio reducido rápidamente. Asimismo, pese a que su inversión inicial está en torno a los 30 euros, estos tienen un consumo eléctrico elevado y el calor no se distribuye bien y se pierde rápido.

El radiador de aceite es el aparato que más se parece al radiador de agua convencional, aunque en este caso se calienta el aceite que se encuentra en el interior. Este radiador aporta un calor agradable a la estancia, siendo capaz de calentar toda la habitación, a pesar de que no lo haga rápidamente.

Por último, la estufa de parafina son similares a la de gas, aunque emplean combustibles líquidos como la parafina. Esta es la opción más cara y contaminante, aunque también la más potente en las grandes estancias, siendo imprescindible que esté en estancias bien ventiladas.

¿Cómo podemos mantener la casa con una temperatura agradable?

Lo esencial es aislar lo máximo posible la vivienda de la temperatura exterior, manteniendo las ventanas y las puertas cerradas, abriéndolas tan solo para ventilar preferiblemente a primera hora de la mañana.

Asimismo, en el caso no tener ningún calefactor o estufa, a la hora de dormir, una persona puede introducir una bolsa de agua caliente entre las sábanas o usar sábanas de franela o tejido polar para no pasar frío durante la noche.

Otra de las soluciones para dejar a un lado la calefacción es hacer uso de cortinas térmicas, las cuáles a través de una instalación sencilla ayudan a conseguir una temperatura homogénea en el hogar debido a que los materiales de sus capas sonaislantes y resistentes a las bajas temperaturas.