Opinión

Empresas, beneficios y Hacienda

El Gobierno, o parte de él, cabalga sobre la contradicción de criticar los beneficios empresariales y celebrar el aumento de la recaudación gracias a ellos

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una sesión plenaria en el Congreso de los DiputadosRicardo RubioEuropa Press

Fernando Pessoa (1888-1935), el poeta portugués más universal, el que fingía –y lo escribía– sobre sí mismo, también decía que «la contradicción es la esencia del universo». Alguien diría ahora que es de «la política» y no le faltarían ejemplos. Pedro Sánchez los ofrece con abundancia, pero no es el único ni mucho menos. George Orwell (1903-1950), el del «Homenaje a Cataluña», ahora de actualidad porque han aparecido más evidencias de la relación de su distopía de anticipación «1984» y sus traumáticas experiencias catalanas durante la Guerra Civil, defendía que «el doble pensamiento significa el poder tener dos creencias contradictorias en la mente simultáneamente y aceptar ambas».

El Gobierno cabalga, un día sí y otro también, sobre contradicciones obvias, pero no parece importarle. Aprueba impuestos punitivos contra los beneficios de algunas empresas, mientras celebra que los buenos resultados empresariales le hayan permitido recaudar una cifra récord –de todos los tiempos, dirían los comentaristas deportivos– por impuestos en los diez primeros meses del año. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, casi no se lo cree, pero en octubre el fisco ingresó cerca de 50.000 millones de euros –exactamente 47.976–. Todavía es más importante, según el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria, que preside Jesús Gascón, que los ingresos tributarios ya superan en nada menos que 30.000 millones los que estaban previstos. Permitirán reducir el déficit, pero todavía lo hubieran contenido más si el Gobierno no siguiera la política de más gasto a cualquier precio. El alza de la recaudación tiene dos orígenes, el efecto de la inflación y los buenos resultados –beneficios– de la empresas este año, por lo menos hasta el principio del último trimestre. Es la paradoja o contradicción sobre la que cabalga el equipo de Sánchez, empeñado en demonizar a muchas empresas porque le conviene y para calmar a sus socios encabezados por Yolanda Díaz por una parte, por Irene Montero por otra, y también por los «indepes» catalanes y vascos de Bildu.

El Banco de España, que gobierna Pablo Hernández de Cos, confirmó el jueves que las empresas españolas recuperaron actividad en los primeros meses del año y que los beneficios, tras el parón de la pandemia, también crecían a un ritmo elevado, que es lo que justifica el jolgorio en Hacienda con la recaudación. El Banco de España, no obstante, siempre prudente, ha advertido una «pérdida de dinamismo de los beneficios empresariales» en el periodo julio-septiembre, en un contexto de desaceleración de la economía y en un entorno de incertidumbre.

Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, presentó los datos de los Resultados Empresariales de 2021 que elabora la Central de Balances de la citada institución, con datos de hasta 800.000 empresas y el avance –con una muestra cercana a las mil compañías, pero representativa– de los datos de los tres primeros trimestres del año. Es la mejor y mayor radiografía del tejido empresarial español, imprescindible para cualquier análisis y que debería ser tenida en cuenta a la hora de diseñar y aplicar políticas. El informe también indica que, por ahora, las empresas no han sido capaces de trasladar todos los aumentos de costes a los precios, aunque en 2022 el aumento de los resultados ha sido superior al de los gastos de personal. Ángel Gavilán explicó que «los márgenes empresariales cayeron mucho en 2020 a costa de que los trabajadores se llevaron una porción mayor de la tarta, y en 2021 y 2022 las empresas han recuperado parte de esa tarta hasta alcanzar el equilibrio».

La radiografía del sector empresarial que hace la Central de Balances es similar en los últimos años y se caracteriza por la abrumadora mayoría de microempresas con menos de nueve trabajadores y muy pocas compañías grandes, en este caso con más de 500 trabajadores. Sobre un total de algo más de un millón de empresas que depositaron sus cuentas en el Registro Mercantil en 2020, el Banco de España tiene los datos de 822.000, de las que el 94,5% –777.831– son pequeñas, de menos de 49 trabajadores y, de ellas, el 87% tienen menos de nueve trabajadores. Por el contrario, apenas hay un 0,1% de compañías con más de 500 trabajadores. Por otra parte, hay 564 empresas públicas, 89 de la Administración Central y 475 de las territoriales.

La insignificancia de la inmensa mayoría de las empresas españoles ha sido y es uno de los grandes problemas de nuestra economía y que explica las altas tasas de paro. Eso sí, el Gobierno ahora está feliz porque recauda gracias a los beneficios empresariales que persigue. Pensamiento doble y contradicciones, como dirían Orwell y Pessoa.

Más «parados efectivos» de los que se contabilizan oficialmente

Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), uno de los principales centros de investigación y análisis económico (Think-Tank) españoles, ha presentado su Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, que coordinan los economistas Florentino Felgueroso, de Fedea, y Rafael Doménech, del BBVA Research. La conclusión más llamativa es que habría alrededor de 400.000 fijos discontinuos que serían «parados efectivos» que no contemplan las estadísticas oficiales.

El ministro Escrivá no contenta a nadie y el Gobierno puede elegir la calle de en medio

La propuesta de reforma de las pensiones que han planteado el ministro José Luis Escrivá a sindicatos y empresarios y que, entre otras cosas, prevé que las cotizaciones crezcan casi diez veces más que las prestaciones, no convence ni a los sindicatos , que quieren más cotizaciones, ni a los empresarios, que están en contra de ese aumento. El Gobierno, que se comprometió en Bruselas a tener lista la reforma este año, podría tener la tentación de aprobarla por decreto-ley.