Agricultura

El incierto reparto del dinero y los eco regímenes de la PAC ponen al campo contra las cuerdas

Agricultores y ganaderos denuncian la inseguridad jurídica provocada por el Ministerio con la nueva PAC

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis PlanasSalvador SasAgencia EFE

La aplicación de los eco regímenes se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los agricultores y ganaderos que son beneficiarios de las ayudas directas de la PAC, creando además una grave situación de inseguridad jurídica. Es verdad que, en teoría, ese nuevo instrumento no entrará en vigor hasta el 1 de enero, pero también es cierto que las siembras de cereales que ya se han realizado o las que se harán en las próximas semanas, así como la reposición de animales en las granjas, se ven afectadas por esta nueva normativa que, sin embargo, todavía no existe formalmente.

Por este motivo, agricultores y ganaderos están adoptando sus decisiones de campaña sin saber exactamente cuáles son las reglas del juego que deberán respetar. Ahí radica una de las claves de la inseguridad jurídica. De momento, todavía no se ha aprobado en las Cortes la Ley de Aplicación de la PAC y tampoco han visto la luz la totalidad de los decretos que se necesitan. Lo único que se conoce hasta el momento son proyectos, que no tienen validez jurídica.

El problema más importante radica en que, a ese instrumento de la nueva PAC, el de los eco regímenes, se dedica cerca del 25% del montante de ayudas directas de la PAC, lo que supone unos 1.100 millones de euros al año. Ese dinero se ha detraído previamente de la bolsa común y de los pagos que se han realizado a los agricultores y ganaderos en años anteriores. Para recuperar esos fondos o una parte de los mismos, estos últimos deberán acogerse a los eco regímenes, porque, aunque estos tengan carácter voluntario, si no se llevan a cabo el beneficiario perderá de entrada ese casi 25%el importe de sus ayudas. Ahora bien, la aplicación de los eco regímenes supondrá más gastos en la explotación y es muy probable que un menor rendimiento de los cultivos, con un recorte de los ingresos diferentes a las ayudas de la PAC. Dicho en otras palabras, que podría darse el caso de que no compense acogerse a los eco regímenes.

Al margen de eso, surgen otra serie de problemas de aplicación, como la mayor complejidad burocrática y agronómica. A partir del año que viene, la casi totalidad de la tramitación de las ayudas de la PAC deberá hacerse a través de medios digitales e internet, punto problemático ya que una parte significativa de los agricultores y ganaderos tienen una edad avanzada y escasos conocimientos tecnológicos. Además, no todos ellos disponen de los ordenadores y teléfonos modernos que permiten realizar estas operaciones. Por si todo lo anterior no fuese suficiente, en muchos puntos de nuestra geografía todavía no hay suficiente cobertura telefónica y de internet que permita cargar o descargar archivos pesados, como los derivados de la aplicación de la nueva y polémica PAC.