Polémica

El escándalo político y las acusaciones de enchufismo acaban con el fichaje del marido de Calviño por Patrimonio Nacional

Ignacio Manrique de Lara ha optado por buscar otro destino profesional ante las sospechas de que su puesto se preparó a dedo

Comparecencia de Nadia Calviño en el Congreso de los Diputados.
Comparecencia de Nadia Calviño en el Congreso de los Diputados.Jesus G. FeriaLa razon

El alcance del escándalo ha podido con la resistencia del marido de la ministra Nadia Calviño, Ignacio Manrique de Lara, que ha decidido renunciar al contrato con Patrimonio Nacional como coordinador de estrategia comercial y marketing del organismo público tras conocerse los vínculos de amistad entre la presidenta de la entidad, la ex secretaria de Estado de Economía y amiga personal de Calviño, Ana de la Cueva, y las condiciones ad hoc preparadas para que el puesto encajara como un guante en su candidatura, según ha adelantado El Mundo.

Patrimonio Nacional justificó su elección en que la aprobación de su nombramiento se había decidido a través de una comisión de “personas de reconocido prestigio en los objetivos y necesidades de Patrimonio Nacional” -integrado por dos miembros de Patrimonio Nacional, otro del Ministerio de Cultura, otro del Museo Reina Sofía y otro más del Ministerio de Trabajo-, que examinaron “con total independencia las candidaturas” y que dieron luz verde a un nombramiento que se ha hecho “de acuerdo a los principios de mérito y capacidad en relación con las características del puesto de trabajo a desempeñar”.

Sin embargo, la realidad era otra. La presidenta de la entidad tenía relación de amistad directa con Manrique y funcionarios de Patrimonio dudaron desde el principio por la forma en que fue elegida la comisión y por los procedimientos selectivos, que no incluyeron ni siquiera una entrevista personal, por lo que los rumores de nepotismo, tráfico de influencias y colocación a dedo se dispararon.

Al tratarse de un contrato de alta dirección de la Administración, la remuneración de Manrique habría sido incluso superior a la de su esposa, por encima de los 90.000 euros. Manrique de Lara, que ya estuvo señalado por posible tráfico de influencias en el reparto de los fondos europeos a través de Páginas Amarillas por 13 contratos por valor de 300 millones de euros tendrá que buscar otra ocupación profesional tras el fiasco de Patrimonio.