Inflación

El Gobierno sube la luz un 20% a más de 19 millones de españoles

El coste del tope al gas son 12.000 millones. El único objetivo de Sánchez es maquillar los datos, sea del paro o de la inflación

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa RiberaAlberto OrtegaEuropa Press

Ya hemos comentado en varias ocasiones el engaño que supone eso que llaman «el tope del gas», que ni es un tope ni nada. Es una subvención al gas natural que ha tenido varias consecuencias. Por un lado, el coste de la medida ya supera los 12.000 millones de euros, según fuentes del sector. Esa es la cantidad que se ha pagado a las gasistas por la diferencia entre el precio maquillado del Gobierno –eso que llaman «la excepción ibérica»– y el coste del gas natural real. Esa diferencia la pagamos todos en la factura, pero disfraza el IPC al traspasarle el coste a todos los consumidores incluso aquellos que tenían contrato a precio fijo.

El coste total esperado del mecanismo durante su aplicación (hasta junio 2023) es de 12.000 millones de euros frente a los 4.300 millones de euros que se estimaban inicialmente, según el sector. Las rentas enviadas a otros países (Francia, Marruecos, Portugal) superan los 1.500 millones de euros y se ha elevado un cargo a contratos que eran fijos y no se veían afectados por las subidas de 80 euros el megavatio hora (MWh), incluyendo los PPAs renovables.

Lo que ha hecho el Gobierno es disfrazar la tarifa regulada y pasar el coste de la medida a todos los consumidores, aunque hubieran contratado un precio fijo con la comercializadora. Es la evidencia de la penalización a los que han sido prudentes con un solo objetivo: disfrazar el IPC.

Así, como en el IPC el Instituto Nacional de Estadística solo usa la tarifa regulada (PVPC) aparece una «caída» enorme del componente de la electricidad, aunque usted y yo paguemos mucho más. De tal manera, el 65% de los consumidores, más de 19 millones, han visto incrementar su tarifa más de un 20% con el hachazo adicional de la subvención llamada «tope del gas» mientras el Gobierno se pasa el día diciendo que gracias a ellos ha bajado la luz.

Usted dirá que los consumidores de la tarifa regulada habrán visto su tarifa caer. Pues tampoco. Como refleja un estudio de CaixaBank, el recibo mediano del mercado regulado en el promedio de enero a octubre ha subido un 14%. La tarifa regulada de España es la única de Europa que está ligada al mercado diario y por lo tanto es la más volátil. Es la que más subía de Europa en 2021 y es la que más rápido baja en 2022. El problema es que usted paga mucho más que hace dos años, en cualquier caso.

Así, mientras que el importe del recibo mediano en el mercado regulado aumentaba un 32% interanual a finales de 2021, en el mercado libre se reducía en un 14%, según un estudio de CaixaBank.

El recibo mediano de los hogares con tarifa regulada eléctrica era en octubre de 58,3 euros, un 14% más que en el mismo mes de 2021. Mientras tanto, el recibo eléctrico mediano de los hogares en mercado libre se situó en octubre en 80 euros, un 20% más que en el mismo mes del 2021, según un estudio de CaixaBank.

Mientras el Gobierno de Sánchez le dice que ellos han bajado la luz, en los dos últimos dos años los clientes de tarifa regulada acumulan una subida promedio del 46% mientras que los del mercado libre han sufrido una subida del 6% por culpa del hachazo del 20% en 2022 por el engaño del tope del gas. El INE probablemente podría haber hecho una nota que reflejase que el IPC, desde la implementación del tope del gas, incorpora un cambio metodológico que genera distorsiones.

El IPC no deja de ser un indicador estadístico de variación interanual de una cesta de precios. Si a dos de esos precios, hidrocarburos y electricidad, les meto una subvención que cobro por otro lado, la variación del IPC parece espectacular, pero usted y yo pagamos más.

La subvención al gas en la tarifa y la subvención a la gasolina en más impuestos y deuda. Al calcular el IPC antes y después de ese subterfugio intervencionista sin ajustarlo, parece ópticamente que ha bajado la inflación rápidamente mientras nuestra tarifa no refleja esa evolución interanual.

Eso no significa que el INE calcule mal el IPC, significa que el Gobierno ha llevado a cabo una medida de subvención encubierta con el único objetivo de maquillar ese IPC y decirle a usted que España tiene la inflación más baja de Europa mientras paga usted la tercera tarifa de la luz más alta de los países de nuestro entorno y los precios de los alimentos se disparan un 15%, más que en la media de la Unión Europea, y además la inflación subyacente también es superior a la media de los países de nuestro entorno.

El Gobierno de Sánchez nos sigue empobreciendo a todos y su único objetivo es maquillar los datos, sea del desempleo o de la inflación, no solucionar los problemas de España.