Vivienda

El 56% del alquiler permanente ha desaparecido en los últimos cuatro años, pero menos de la mitad se ha trasladado al turístico o temporal

Desde 2020 han desaparecido del mercado 201.776 viviendas de alquiler permanente, mientras que las vacacionales han aumentado en 85.632 unidades (+30%) y en 7.510 las de temporada (+41%), según datos de Idealista

Pisos turísticos
Pisos turísticos jesús g. feriaLa Razón

La sangría de la oferta del alquiler que ha empujado los precios a máximos históricos es un hecho palpable y constatado. Idealista ha detectado que entre 2020 y 2024 el stock de vivienda en alquiler permanente ha sufrido un batacazo del 56%. Es decir, más de la mitad de las viviendas que se ponían en alquiler se han esfumado. En concreto, el estudio calcula que desde 2020 han desaparecido del mercado 201.776 viviendas de alquiler permanente entre el cuarto trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2024, hasta llegar a un stock de alquiler de larga estancia de 159.629 viviendas.

Esta sangría se atribuye desde el Ejecutivo al auge descontrolado del alquiler turístico y de temporada, “chivo expiatorio” de la crisis de vivienda. Aunque es cierto que estas alternativas de arrendamiento han proliferado -en 2024 el stock de alquiler de temporada alcanzaba las 25.979 viviendas y el turístico las 373.935-, especialmente en los últimos dos años, para evitar los topes de precios de la Ley de Vivienda, Idealista afirma que estas modalidades de alquiler solo justifican el 46% del stock que ha desaparecido desde 2020. Las viviendas de alquiler vacacional han aumentado en 85.632 unidades (+30%) en los últimos cuatro años y en 7.510 las de temporada (+41%). Es decir, en conjunto, suponen 93.142 viviendas.

En el supuesto de que se hubiera producido un trasvase directo de toda la oferta de alquiler habitual que se ha perdido (-201.776 unidades) hacia el aumento que ha registrado los otros arrendamientos (7.510 viviendas más en alquiler de temporada y 85.632 nuevos pisos turísticos), supondría un traspaso directo del 46% de ese stock "perdido" por los arrendamientos regulados por la LAU. El otro 54%, más de 108.634 viviendas de alquiler que estaban en el mercado a finales de 2020,se han traspasado a la compraventa o se han quedado vacías. En 2024, las compraventas de viviendas usadas alcanzaron las 641.919 operaciones, la segunda mayor cifra desde 2007, según datos del INE. Por su parte, se calcula que en 2021, último dato del INE, en España había 3,8 millones de viviendas vacías de un total de 26,6 millones de viviendas totales, a las que se deben sumar otras 942.637 con muy bajo consumo, es decir, que permanecen la mayor parte del año vacías.

Vivienda en España
Vivienda en EspañaTania NietoLA RAZÓN

Idealista apunta a otras decisiones, de tipo político, que han impactado de lleno en el mercado del alquiler. Desde 2019, el Gobierno central ha intervenido progresivamente en el mercado del alquiler, empezando con la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Durante la pandemia, se prohibieron los desahucios a inquilinos vulnerables, medida aún vigente cinco años después. En 2022, la guerra en Ucrania llevó a limitar la subida de precios en los contratos en vigor, una restricción que continúa, con actualizaciones por debajo de la inflación.

"Toda esta situación de inseguridad jurídica y de intervención del Ejecutivo de Pedro Sánchez en un mercado libre se culminó con la entrada en vigor de la Ley por el Derecho a la Vivienda y la posibilidad de declarar desde mayo de 2023 las zonas de mercado residencial tensionado, que suponen aplicar límites a las subidas de los nuevos contratos de alquiler", señala el portal inmobiliario.

Sin embargo, estas políticas no han logrado aumentar la oferta ni estabilizar los precios. Al contrario, la inseguridad jurídica ha empujado a muchos propietarios a abandonar el alquiler tradicional, optar por la venta o recurrir a modelos como los alquileres turísticos o de temporada, acrecentando la escasez de vivienda en alquiler mientras se dispara la demanda y suben los precios.

Por ciudades, destaca la caída del 84% en Barcelona del stock entre el cuarto trimestre de 2020 y el cuarto trimestre de 2024, con más de 40.000 viviendas menos en el mercado. Le sigue Madrid, con un 71% menos, por delante de Málaga (-64%) y Valencia (-63%), mientras la demanda sigue presionando y los precios no paran de aumentar, firmando rentas récord en todas estas ciudades.