Vuelta al cole

Pablo Iglesias aparca la defensa de la escuela pública y elige un colegio privado para sus hijos

Se trata de un centro localizado en una exclusiva urbanización de Las Rozas por el que los alumnos pagan 500 euros al mes

Pablo Iglesias y sus hijos
Pablo Iglesias y sus hijosLR

Pablo Iglesias, exfundador de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, y la exministra Irene Montero se suman a la larga lista de políticos de la izquierda defensores de la escuela pública que acaban llevando a sus hijos a la privada, entrando así en una contradicción difícil de entender. El lunes, coincidiendo con el arranque del curso, se vio a Irene Montero llevando a sus hijos a un centro privado de Las Rozas, en la exclusiva urbanización de Los Peñascales (una parte de la cual pertenece a Torrelodones), y a Pablo Iglesias recogiéndolos a la salida del colegio.

La estampa causó estupefacción en algunos padres que no esperaban ver a dos referentes políticos de la izquierda entrando por la puerta de un colegio privado de la mano de sus hijos, cuya cuota mensual ronda los 500 euros por alumno.

El centro en cuestión se define como laico e independiente y está gestionado por una cooperativa de docentes con más de 40 años de experiencia, según se describe en su página web. Asimismo, se presenta como un colegio «pequeño, cercano y centrado en el bienestar del alumno, donde la comunidad educativa (profesores, familias y alumnos) participa activamente», expone en su perfil en redes sociales. Su metodología está basada en «el aprendizaje significativo adaptado a cada alumno» y, en la etapa de Infantil, trabaja por proyectos.

La sorpresa para muchos padres ha sido mayúscula después de que el referente de la izquierda llegara a publicar frases como: «La educación privada no está pensada para que vaya todo el mundo, está pensada para una minoría que se lo puede permitir». También la describió como «un mecanismo de segregación social, donde las familias con más recursos se separan del resto».

En materia educativa, Iglesias siempre ha defendido «la creación de una red única de centros públicos para garantizar igualdad de acceso y calidad».

El último negocio conocido en el que se ha visto involucrado Iglesias es la taberna Garibaldi, que revive tras una campaña de micromecenazgo que recaudó más de 140.000 euros, gracias a lo cual se trasladó a un local más amplio en la calle Miguel Servet, donde combina terraza, futbolín y agenda cultural en un lugar que el propio Iglesias ha definido como «bastión de libertad del proletariado».