AENA ofrecerá entre el 51% y el 60% de su capital al sector privado

No era el deseo inicial del Ministerio de Fomento pero sí el de los inversores y, al final, ha pesado más el dinero de estos últimos. Finalmente, AENA pasará a estar controlada por la iniciativa privada una vez que se complete su proceso de privatización parcial. El departamento que dirige Ana Pastor pretendía inicialmente ofrecer al sector privado un máximo del 49% del capital del gestor. Sin embargo, la participación oscilará finalmente entre el 51% y el 60%. Así figura en el dictamen del Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) que analiza la privatización de la compañía que preside José Manuel Vargas.

El desembarco del capital privado –previsto inicialmente para primavera– se producirá en dos etapas. La primera contempla la creación de un núcleo estable de entre tres y cinco accionistas de referencia que controlarán entre un 20% y un 30% de AENA. Lo harán a través de participaciones que oscilarán entre el 5% y el 10%. La selección de los mismos se hará por concurso restringido en dos fases. En la primera, se invitará a una serie de candidatos a presentar ofertas. Para formar parte de este grupo, los interesados deberán cumplir una serie de requisitos técnicos y económicos. La segunda fase se basará en cuatro criterios: precios máximos ofertados, cantidad de acciones solicitada, periodo de mantenimiento de la inversión y de no adquirir más acciones de las asignadas.

Tras este proceso tendrá lugar la oferta pública de venta (OPV). Según asegura el documento, en caso de que el precio ofrecido por los accionistas de referencia sea inferior al de la OPV, podrán desistir de su oferta o igualar el precio de la OPV.

Desde que Fomento anunció su intención de abrir al sector privado el capital de AENA, los interesados se mostraron escépticos con la postura inicial de que el porcentaje no superase el 49%. Tal participación hubiera impedido a los interesados tener algún control sobre la gestión de la compañía. Además, como informaba ayer LA RAZÓN, fuentes próximas a la propia AENA reconocían que el futuro de la compañía pasa por su expansión internacional «y habría muchos países que pondrían reparos a que una compañía controlada por un Estado fuese la propietaria de aeropuertos en otro Estado».

El Gobierno prevé ingresar unos 7.000 millones con la privatización parcial de AENA, en la que fondos árabes, canadienses, americanos y alguno canadiense ya han mostrado interés, como ayer informó este periódico.

Por otra parte, AENA ha denunciado «todos los capítulos» del II Convenio Colectivo de los controladores aéreos, dictado mediante laudo arbitral en febrero de 2011, y ha pedido al USCA que «acredite su representación como sindicato designado» para empezar a negociar el nuevo texto a partir del próximo mes de enero.