Macroeconomía

Las autonomías empeoran su déficit y ya se duda de la promesa del Gobierno de cumplir con Bruselas

Fedea cifra el déficit de las comunidades en el 0,8% a final de año, dos décimas por encima de lo previsto por Gobierno y Airef

GRAF2322. BRUSELAS, 08/11/2023.- La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital española en funciones, Nadia Calviño, realiza declaraciones a la prensa este miércoles, en Bruselas. EFE/ Pablo Garrigós
Calviño dice que no bastan las normas nacionales para regular el "reto global" de la IAPablo GarrigósAgencia EFE

Las comunidades autónomas cerrarán el ejercicio con un déficit equivalente al 0,8% del PIB, dos décimas por encima del 0,6% previsto por el Gobierno en el Plan Presupuestario de 2024, lo que "pondría en riesgo" la senda de reducción de déficit anunciada por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, para este año. Así lo ha advertido la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en las previsiones de su último Observatorio Fiscal y Financiero de las comunidades autónomas, en el que reclama que, ante el retorno de las reglas fiscales europeas en 2024, "la consolidación fiscal del conjunto de las administraciones públicas no se puede demorar más y debería ser una de las principales tareas que debe afrontar el futuro Gobierno de España".

En el informe, en el que se analizan los ingresos y gastos autonómicos hasta julio y se presenta una estimación del saldo presupuestario autonómico a cierre del ejercicio, Fedea duda de que el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez cumpla con el Plan Presupuestario que envió a Bruselas el pasado 15 de octubre, en el que prometía una reducción del déficit en 2023 hasta el 3,9%, para después bajarlo en 2024 hasta el 3%, como marcan las reglas fiscales. Sin embargo, el organismo advierte ahora de que esa previsión "descansaba" sobre la reducción de déficit que se esperaba de las comunidades autónomas, algo que según sus previsiones no se cumplirá, lo que pone en peligro su cumplimiento por el "empeoramiento fiscal de las regiones".

Según recoge el Observatorio -en base a los datos publicados por la Intervención General de la Administración del Estado hasta el mes de julio-, las comunidades presentaron un saldo negativo de 1.142 millones de euros, lo que equivale a un déficit del 0,1% del PIB. Esto supone una mejora con respecto al saldo del mismo periodo de 2022, que fue de -4.857 millones de euros (-0,4% PIB), pero sólo se ha debido al incremento de los recursos sujetos a entregas a cuenta y liquidación del Sistema de Financiación Autonómico (SFA), que se incrementaron en cerca de 20.000 millones de euros.

En cuanto a los gastos no financieros, las cifras de ejecución presupuestaria reflejan un aumento del 0,9% hasta julio, hasta 1.174 millones de euros, pero este leve aumento se ve contaminado por las menores liquidaciones negativas del SFA del año 2023 con respecto al año 2022, cuando fueron "extraordinariamente negativas". De este modo, si se excluye este impacto del SFA en los gastos, el crecimiento sería del 7,3% sobre todo por el incremento de los gastos de personal, consumos intermedios y transferencias sociales en especie, además del pago en intereses.

Fedea recuerda el impacto que va a tener, de mantenerse, el incremento del gasto registrado a julio de 2023 en cada comunidad en las partidas de gastos de personal, consumos intermedios, transferencias sociales en especie e intereses, que cifra en 5.725 millones de euros. También tiene en cuenta el impacto diferencial de la actualización salarial de octubre-diciembre 2023 sobre la producida en los mismos meses de 2022, ambas con efectos retroactivos a enero (-959 millones). En suma, el efecto total supone un aumento de los gastos de 4.766 millones de euros (0,3% PIB).

Por todo ello, los efectos diferenciales de ingresos y gastos quedarían anulados, lo que elevaría el déficit autonómico previsto al citado 0,8% del PIB -en términos de Contabilidad Nacional-, dos décimas mayor al estimado por la Airef y el propio Gobierno, ya que Fedea apunta una clara "desviación" al alza del gasto previsto por Fedea, lo que explicaría esas dos décimas de diferencia estimadas. Por ello, advierte de que esta previsión "no es una buena noticia" por dos motivos: primero, porque "la reducción del déficit en las comunidades en 2023 sería solamente del 0,3% del PIB, muy inferior a la previsión (0,8% del PIB) con la que se elaboraron los Presupuestos; y segundo, porque esta desviación se produce por el fuerte crecimiento del gasto, en particular del consumo público y, por tanto, pensamos que va haber un deterioro estructural".

En concreto justifica su vaticinio en que ambos organismos acaban de revisar al alza sus previsiones en el mes de octubre. "El Gobierno había anunciado en su Plan de Estabilidad 2023-2026 un saldo de -0,3% del PIB. Como se explica en el Plan Presupuestario 2024 y nosotros hemos corroborado con los datos hasta julio, estas revisiones responden a un aumento de los gastos mayor del previsto inicialmente, sobre todo del gasto en intereses y de los consumos intermedios y a una recaudación menor de la prevista a través del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) por la ralentización del mercado inmobiliario", explican los analistas de Fedea. Todo ello, con "una elevada heterogeneidad" entre las comunidades, ya que ocho comunidades cerrarían 2023 con un déficit por encima del 0,6% PIB, aunque ninguna alcanzaría los niveles de las Comunidad Valenciana (-2,3%) y la Región de Murcia (-2,2%), que cerrarían el año con un déficit importante.

Por tanto, de confirmarse esta proyección de déficit autonómico, "se pondría en riesgo la senda de reducción de déficit anunciada por el Gobierno para el año 2023, que descansaba a su vez en la reducción de déficit esperada por parte de las CCAA", por lo que "no puede demorar más" poner en marcha la consolidación fiscal, que "debería ser una de las principales tareas que debe afrontar el futuro Gobierno de España", concluye.