Barcelona limita todavía más la actividad de Uber y Cabify

Aprueba una licencia municipal para garantizar la ratio de una licencia VTC por cada 30 de taxi. Generalitat y Fomento se oponen a la medida

Más restricciones para la circulación de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que emplean compañías como Uber o Cabify. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha aprobado hoy el reglamento definitivo que introduce el permiso municipal para limitar el número de licencias VTC en la ciudad. La medida ha sido aprobada con el respaldo de Entesa, grupo de la alcaldesa Ada Colau, PSC, ERC, PDeCat y la CUP. PP y Ciudadanos se han abstenido en la votación.

Aunque Colau, también presidenta de la AMB, ha asegurado que la norma ha sido aprobada en el “ejercicio pleno” de sus competencias, la realidad es que la Ley Orgánica del Transporte Terrestre (LOTT) establece que son las comunidades autónomas las que tienen la potestad de conceder las licencias VTC. De hecho, tanto la Generalitat de Cataluña como el Ministerio de Fomento han presentado alegaciones en contra de la norma durante su fase de consulta pública, según explican fuentes del sector.

Con la doble licencia aprobada hoy, Colau pretende que se cumpla la ratio máxima de una licencia VTC por cada 30 de taxi que marca la ley. En este momento, esta proporción está completamente desbordada -la proporción es de una a ocho en las grandes ciudades- porque un vacío legal de hace unos años ha permitido en los últimos meses la entrada de miles de permisos VTC en el mercado vía tribunales. Los taxistas siempre habían demandado medidas para reequilibrar la ratio y Colau ha tirado de una segunda licencia que para las compañías como Uber o Cabify es completamente irregular porque el consistorio carece de competencias para establecerla. “Por poner un ejemplo, este decreto es como si mañana el Ayuntamiento decidiese que el número de farmacias en Barcelona es excesivo y que deben reducirse a la mitad. La gente que ha comprado su licencia, el local, ha invertido en reformas y pagado sus permisos e impuestos, lo perderían todo”, han asegurado en una nota conjunta Uber, Cabify y la patronal del sector, Unauto. Según sus cálculos, 1.300 conductores irán automáticamente al paro con el decreto, pues el Ayuntamiento de Barcelona sólo concederá 300 o 350 permisos VTC, que serán para las autorizaciones más antiguas.

En opinión de Unauto, eliminar servicios VTC es la forma más inadecuada de mejorar los problemas de circulación de las ciudades. Según sus estimaciones, 3.000 vehículos de alquiler con conductor tienen el potencial de reducir un millón de trayectos al mes. “Es un servicio que los ciudadanos quieren porque es una alternativa al taxi. Y todos sabemos lo que ocurre cuando hay un monopolio”, explica su presidente, Eduardo Martín.