El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado este jueves una nueva alza de los tipos de interés del 0,25%, lo que supone que el precio del dinero se sitúa en el 4% y aboca a un nuevo encarecimiento del Euríbor, índice del que dependen las hipotecas a tipo variable. La mayoría de los analistas, y el propio BCE, habían pronosticado esta nueva alza de lo tipos de interés de la entidad monetaria. Aunque la caída progresiva de la inflación hacía pensar que el Eurobanco iba a ralentizar la subida de los tipos de interés a partir de ahora, no será así. Este pasado miércoles la Reserva Federal anunció una pausa en las subidas de los tipos de interés tras diez incrementos consecutivos. Pero el Banco Central Europeo se desmarca de su homólogo del otro lado del Atlántico y abre la puerta a nuevas alzas.

Según ha explicado la presidenta de la entidad monetaria, Christine Lagarde, la revisión al alza de las previsiones de inflación subyacente (si se excluye la energía y los alimentos) hacen muy probable nuevas subidas de tipos de interés en julio ya que “el viaje no ha terminado” y “aún existe terreno por cubrir”. "No estamos pensando en una pausa”, ha asegurado la política francesa, quien también ha reiterado que las decisiones se tomarán según los últimos datos disponibles y “reunión a reunión”.

Según el comunicado difundido por la entidad monetaria, “los indicadores de las presiones inflacionistas subyacentes siguen en niveles elevados, aunque algunos muestran señales incipientes de debilitamiento. Los expertos han revisado al alza sus proyecciones de inflación, excluidos la energía y los alimentos, especialmente para este año y el próximo, dados los inesperados aumentos anteriores y las implicaciones de la solidez del mercado de trabajo para el ritmo de desinflación. Ahora esperan que la inflación se sitúe, en promedio, en el 5,1 % en 2023, y que descienda hasta el 3,0 % en 2024 y el 2,3 % en 2025".En cuanto a la inflación general, la entidad monetaria prevé que ésta se sitúe en el 5,4% este año, el 3% en 2024 y el 2,2 en 2025".

Según ha explicado Lagarde, aunque las cifras récord de desempleo son una buena noticia y no se están registrando los temidos efectos de segunda ronda por alzas de salarios, los costes laborales unitarios (los salarios del trabajador en relación a su productividad) son los principales responsables de esta alza de la inflación subyacente, que hace que la entidad monetaria no descarte más subidas de tipos.

A pesar de esto, el BCE constata que los incrementos de los tipos de interés están teniendo impacto en el endurecimiento de las condiciones de financiación, lo que hace prever que la inflación siga bajando paulatinamente, aunque sigue lejos del objetivo del 2% fijado por la autoridad monetaria europea. Se situó en el 6,1% interanual en el mes de mayo con una caída de nueve décimas.

La lucha contra la inflación puede derivar en el debilitamiento del crecimiento económico, en un momento en el que el motor alemán parece gripado. Después de que hace dos semanas se conociera que Alemania había entrado en recesión técnica, Eurostat confirmó la semana pasada la misma situación en el conjunto de la zona euro. Según el último dato revisado, los países de la divisa común vivieron una contracción de su economía un 0,1% en el cuarto trimestre del año 2022 y la misma cifra en el primer trimestre de 2023.