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Agricultura

El campo sigue en pie de guerra y la UE responde con medidas de alivio

Algeciras y Valencia protagonizaron enfrentamientos con la Policía, con heridos y detenidos. Bruselas ofrece relajar los requisitos medioambientales y reducir las inspecciones

En Resumen
Un agricultor herido ayer en una carga policial durante las protestas agrícolas en Algeciras Efe

Sube la tensión en las protestas del campo. Tras la histórica concentración que tuvo lugar el miércoles en Madrid, donde se congregaron hasta 4.000 agricultores y 500 tractores procedentes de diferentes puntos de España, ayer el campo volvió a tomar las calles, con dos puntos calientes: los puertos de Valencia y Algeciras (Cádiz). Las marchas se saldaron con varios heridos y con una imagen que resumió a la perfección la tensión alcanzada: un agricultor andaluz acabó con la cara completamente ensangrentada debido, supuestamente, a un golpe en la cabeza durante una carga policial.

La movilización de Algeciras sumó más de 1.500 asistentes y acabó con dos detenidos. Además del agricultor herido, un policía también sufrió daños en un dedo y necesitará intervención quirúrgica. Tras dos semanas de protestas agrarias, el número de detenidos supera ya el medio centenar (56) y hay unos 9.000 identificados y más de 3.000 denuncias cursadas. En la protesta realizada este miércoles en Madrid se vivieron momentos de tensión en la puerta de Alcalá y en el entorno de Atocha, y se saldó con al menos dos manifestantes detenidos por delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad. Una tractorada que, además, se saldó con 10 personas heridas, cinco de ellos agentes y cinco manifestantes y que también ha sido objeto del rifirrafe político.

Agricultores y ganaderos no entierran el hacha de guerra y preparan ya otra tractorada en Madrid –convocada en este caso por Asaja, UPA y COAG– el próximo lunes 26 de febrero, que esperan masiva, coincidiendo con la celebración de un clave Consejo de Ministros del sector agrario de la Unión Europea (UE).

Bruselas ha tomado nota. Con los agricultores en pie de guerra en la gran mayoría de los países europeos y con las elecciones a la Eurocámara a la vuelta de la esquina, la Comisión Europea presentó ayer una nueva batería de medidas a corto plazo para aplacar la ira del sector. Entre ellas, se encuentra la reducción del número de inspecciones y la relajación de ciertas medidas medioambientales, aunque Bruselas recalca que esto es tan solo el principio y que quiere una reforma más profunda de la Política Agrícola Común (PAC) en diálogo con el sector. El Ejecutivo comunitario pondrá en marcha en el mes de marzo una encuesta digital que servirá para identificar los principales puntos de preocupación. Se espera que, tras analizar esta información, Bruselas lleve a cabo su análisis en otoño de 2024 con vistas a la nueva legislatura europea.

Entre las medidas de alivio temporales propuestas por el Ejecutivo comunitario se encuentra la excepción de mantener de manera estable praderas desde 2018 dentro de la normativa para proteger el medioambiente. Debido a esta legislación comunitaria, los granjeros con ganado que se habían visto obligados a arar sus tierras para responder a turbulencias en el mercado de la carne y la leche, debían volver a mantener sus praderas sin cultivo de manera permanente, lo que suponía importantes pérdidas.

La Comisión Europea propone enmendar esta normativa a mediados de marzo para que los ganaderos no sean penalizados por mantener su actividad. Además, el Ejecutivo comunitario también promete revisar su legislación para analizar qué practicas agrícolas puedan ser posibles durante «periodos sensibles».

En cuanto a los chequeos que los agricultores deben pasar para poder acceder a las ayudas de la PAC, el propósito consiste en reducir el número de las visitas de las granjas hasta el 50%. Bruselas quiere mejorar el método de vigilancia a través de imágenes de satélite del sistema Copernicus.

Además Bruselas propone clarificar el uso del concepto de «fuerza mayor» y circunstancias excepcionales, como sequías. Los agricultores pueden apelar a este requisito legal para no cumplir la normativa de la PAC, sin tener ningún tipo de penalización. Estas medidas de alivio temporal se unen al anuncio previo de retirar la iniciativa para reducir los pesticidas al 50% de aquí a 2030, flexibilizar el uso del barbecho y proteger a algunos productos frente a las importaciones de Ucrania.