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Clausura aérea a la espera de noticias

Las investigaciones dictarán cuál es el futuro de la compañía.
Las investigaciones dictarán cuál es el futuro de la compañía.larazon

Boeing se enfrenta a demandas y a las críticas de los expertos. Algunos creen que los fallos proceden del afán de recortar costes. Las investigaciones dictarán cuál es el futuro de la compañía.

La decisión de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) que dejó en tierra la flota de Boeing 737 Max después de que el resto del mundo, de China a la UE, adoptara una postura similar, ha dejado seriamente tocado a un gigante. La FAA fue nítida: los nuevos datos obtenidos de los satélites y la recogida de pruebas en el lugar del accidente citó nuevos datos satelitales y pruebas de la escena del accidente demuestran serias coincidencias con lo sucedido en otra tragedia aérea, hace apenas cinco meses. De modo que ahora solamente en EE UU hay 72 aviones detenidos, con lo que esto supone para la normalidad del tráfico comercial, mientras se suceden los rumores de cancelaciones y hasta querellas de las aerolíneas. Ciertamente, no es la primera vez que la máxima autoridad aérea norteamericana impide volar un modelo de Boeing hasta que no se verifique su seguridad. En 2003 sucedió algo similar con el 787 Dreamliner. Pero aquello no provocó un seísmo de estas proporciones. Entre otras

cosas porque el problema parecía más evidente y porque la empresa demostró bastantes más reflejos.

En Europa algunas de las compañías perjudicadas son Ryanair y Norwegian, sobre todo esta última que tiene más de una docena de 737 MAX operativos. En el caso de Ryanair, parece que la empresa irlandesa había proyectado la adquisición de nuevos aviones. El golpe supone no solo la necesidad de paralizar vuelos y/o alquilar aeronaves para suplir el Boeing afectado, sino también repensar las próximas

y multimillonarias compras del modelo previstas para los meses entrantes. Nada de esto cuenta mientras se mantenga en pie las órdenes de la UE y la FAA, que impiden no ya volar el avión, que por supuesto, sino también recibir los aviones ya adquiridos.

Investigación

Pero como explicó la FAA, la medida «permanecerá vigente hasta que se realicen las investigaciones adicionales, incluido el examen de la información que contienen las cajas negras, y en concreto las grabaciones de voz de la cabina de vuelo de la aeronave. Un equipo de la Aviación Federal está en Etiopía asistiendo a la NTSB como parte de la investigación del accidente del vuelo 302. La agencia continuará investigando». De poco ha servido que su presidente, Daniel Elwell, asegurase que su «esperanza es que la FAA, los transportistas, los fabricantes y todas las partes implicadas trabajan muy duro para que esta orden de quedarse en tierra sea lo más corta posible y que los aviones puedan volver a subir al cielo lo antes posible». Y el mayor contratiempo podría llegar desde Vietnam.

No en vano, VietJet Aviation ha hecho un pedido de 200 Boeing 737 Max, y las autoridades del país asiático han dejado muy claro que quedan suspendidos todos sus vuelos hasta que no concluya la investigación y, por supuesto, hasta que no sean implementadas las mejoras y actualizaciones necesarias. Por si todo esto fuera poco, un prestigioso bufete estadounidense ya ha presentado una demanda contra la compañía por los 181 pasajeros y ocho trabajadores que murieron en otro accidente, hace menos de medio año, mientras su Boeing 737 MAX volaba hacia la isla de Bangka. Alegan que los fallos en la seguridad y el equipo, y negligencia a la hora de informar a los tripulantes de la aeronave respecto al peligro que entraña el nuevo sistema de vuelo, que toma los mandos del avión y orienta su morro hacia el suelo si detecta una serie de condiciones externas. En opinión de los abogados, al final reluce el afán por recortar gastos, y que ante la obligación de «generar ganancias en un mercado ferozmente competitivo» llegó a «recortar medidas de seguridad. En este caso, Boeing eliminó completamente las instrucciones y advertencias de un nuevo sistema. Los pilotos ni siquiera sabían que existía. No puedo culpar a tantos pilotos porque el avión se volviera loco». En realidad, las consecuencias, demoledoras en lo financiero para Boeing, apuntan también contra la mismísima FAA, pues según algunos expertos tendría que responder por lo ocurrido de forma subsidiaria, ya que concede licencias y autoriza a volar los nuevos aviones. Es la FAA, en última instancia, la que determina si se cumplen los requisitos de seguridad imprescindibles.

Las otras perjudicadas

Además de a Boeing, el accidente ha perjudicado a las aerolíneas. Norwegian, que con 18 unidades de este modelo se ha dejado casi un 14% en el aprqué. No obstante, Southwest Airlines, la compañía que más aviones de este tipo tiene en su flota (31), sólo perdió un 2,4% en la sesión del lunes. Esto ocurre porque, cuanto más grande es una cotizada, más capacidad tiene para soportar circunstancias coyunturales como ésta. Así, General Electric (con 25) y American Airlines (con 24) no han tenido un gran impacto en bolsa. Eso sí, no se librarán de pérdidas millonarias por dejar sus aviones en tierra y, como han comunicado, están reubicando a sus clientes, a los que piden disculpas.