Cómo realizar una donación de una vivienda a un hijo

En los últimos años, se ha observado un crecimiento constante en el número de personas que eligen donar sus propiedades en vida en lugar de recurrir al proceso de herencia tradicional. Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) respaldan esta tendencia, que está ganando cada vez más adeptos. ¿Por qué esta preferencia por la donación en vida? Las ventajas que ofrece este enfoque son notables y han llevado a un aumento en su popularidad.

Flexibilidad y evitación de conflictos familiares

Una de las razones clave detrás del auge de las donaciones de inmuebles en vida es la flexibilidad que este proceso proporciona a las partes involucradas. A diferencia de la herencia tradicional, donde los bienes se distribuyen de acuerdo con un testamento después del fallecimiento del propietario, la donación permite que el donante transfiera los activos en cualquier momento, teniendo en cuenta la situación económica del receptor. Esto significa que el donante puede hacer la transferencia cuando considere que es más oportuno, lo que puede ser beneficioso en situaciones financieras cambiantes.

Además de la flexibilidad temporal, las donaciones en vida también permiten a ambas partes establecer requisitos y condiciones específicas en el momento de la donación. Por ejemplo, el donante puede especificar que desea seguir disfrutando del inmueble durante un período determinado, lo que brinda un mayor control sobre el proceso y las transacciones.

Aspectos legales y fiscales

Antes de embarcarse en el proceso de donación de una propiedad en vida, es crucial buscar asesoramiento legal y fiscal de un abogado especializado en donaciones y sucesiones. Conocer los trámites necesarios y los documentos requeridos, como las escrituras de la propiedad o los certificados de deudas y cargas, es esencial para facilitar el proceso.

Uno de los primeros pasos en el proceso es solicitar una Nota Simple en el registro de la propiedad para verificar la titularidad de la vivienda. Además, es fundamental que la propiedad esté al corriente en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y que todas las cuotas comunitarias y de suministros estén al día.

Formalización de la donación

Para formalizar la donación, ambas partes involucradas, es decir, el donante y el receptor (donatario), deben comparecer ante un notario. El notario se encargará de redactar la escritura de la donación y registrarla en el Registro de la Propiedad. En esta escritura, se pueden incluir cláusulas y condiciones específicas, como el usufructo vitalicio para el donante o la reserva de ciertos derechos sobre la vivienda.

Impuestos y tasas relacionadas

Es importante tener en cuenta que las donaciones están sujetas a impuestos y tasas. El receptor debe pagar el Impuesto de Donaciones en un plazo de 30 días hábiles, y la cantidad a pagar depende de la comunidad autónoma en la que se encuentre. La base liquidable de este impuesto puede variar significativamente, oscilando entre el 7,65% y el 34% en algunos casos.

Otro impuesto a considerar es la plusvalía, que se refiere al valor de los terrenos de naturaleza urbana. Este impuesto también debe ser pagado por el receptor, aunque si lo que se dona es un terreno rústico, la plusvalía no es aplicable.

Límites y consideraciones importantes

Es esencial tener en cuenta que existen ciertos límites en cuanto a lo que se puede donar. Los bienes futuros no pueden ser objeto de donación; solo se pueden donar aquellos bienes que el donante ya posee. Además, las donaciones no pueden exceder los límites establecidos por la ley, evitando así un exceso en la transferencia de propiedades.

En principio, las donaciones son irrevocables, lo que significa que no se pueden deshacer una vez que se han realizado. Sin embargo, existen excepciones, como el incumplimiento de las condiciones establecidas, la ingratitud por parte del receptor o la supervivencia de los hijos.