Tribunales
Cuatro exdirectivos de Volkswagen, condenados a penas de cárcel en Alemania por el "dieselgate"
Volkswagen ya ha tenido que pagar más de 30.000 millones de euros en multas e indemnizaciones
La Audiencia Provincial de Braunschweig condenó este lunes a cuatro exdirectivos del consorcio automovilístico alemán Grupo Volkswagen a penas de cárcel por estafa en el marco del escándalo por la manipulación de los datos de emisiones de los motores diésel, más conocido como el "dieselgate". Pese a ello, las acciones del grupo automovilístico suben en Bolsa este lunes, una muestra del contraste entre el castigo penal y el respaldo del mercado.
El exdirector de Desarrollo de Motores, Jens Hadler, fue condenado a 4 años y medio de cárcel mientras que otro alto directivo, Hanno Jelden, fue sentenciado a 2 años y 7 meses. Un antiguo miembro del consejo directivo del Grupo Volkswagen, Heinz-Jakob Neusser, fue condenado a 1 año y 3 meses, pena que se le ha conmutado por libertad condicional. Y un directivo menor, que no ha sido identificado, recibió una pena de un año y diez meses, también conmutable.
El tribunal consideró probado que los acusados eran plenamente conscientes del engaño masivo: la instalación de un software ilegal en millones de vehículos para falsificar las emisiones contaminantes durante las pruebas técnicas de homologación. No obstante, los condenados todavía pueden apelar.
Muchos críticos consideran que las sanciones penales han llegado tarde y de forma limitada. El exconsejero delegado Martin Winterkorn (77 años) dimitió poco después del escándalo y debía estar entre los acusados, pero aún no ha sido juzgado en Alemania por problemas de salud. Asimismo, EE UU ha emitido una orden de arresto en su contra por fraude y conspiración, aunque no ha sido extraditado. Hay todavía cuatro procesos penales relacionados con el escándalo diésel con un total de 31 acusados en el banquillo.
El estallido del "dieselgate"
El escándalo conocido como "dieselgate" estalló en septiembre de 2015, cuando la Agencia de Protección Ambiental de EE UU (EPA, por sus siglas en inglés) reveló que Volkswagen había instalado un software ilegal en millones de vehículos diésel para manipular los resultados de las pruebas de emisiones contaminantes.
Este software detectaba cuándo el vehículo estaba siendo sometido a una prueba de laboratorio y activaba un modo que reducía temporalmente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), haciéndolos parecer mucho más bajos de lo que eran en condiciones reales de conducción.
El fraude afectó a más de 11 millones de vehículos diésel vendidos entre 2009 y 2015 en todo el mundo, incluyendo marcas como Volkswagen, Audi, Porsche, SEAT y Škoda. Hasta la fecha, Volkswagen ha pagado más de 30.000 millones de euros en multas e indemnizaciones.
Este caso aceleró el declive del diésel como opción “ecológica”, disparó las regulaciones medioambientales en Europa (con pruebas en condiciones reales de conducción) y empujó a los fabricantes a virar hacia la movilidad eléctrica.