Mercado inmobiliario
El Banco de España reprueba al Gobierno y rechaza intervenir los precios de los alquileres
Pide seguridad jurídica para los propietarios y potenciar el 'stock' inmobiliario
Pide seguridad jurídica para los propietarios y potenciar el 'stock' inmobiliario
El Banco de España lo tiene claro: acceder a una vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler, es una tarea más que complicada, sobre todo en las grandes ciudades, básicamente por el incremento del precio del metro cuadrado y del pago de los alquileres, que en ciudades como Madrid o Barcelona se ha disparado hasta un 40% en el último lustro. Pese a ello, da un tirón de orejas al Gobierno y sus medidas de control del alquiler y desaconseja intervenir en la limitación del precio, al considerar que esta medida provocará la retirada de un alto porcentaje de los pisos disponibles en el mercado, e insta a las autoridades a desarrollar “políticas públicas dirigidas a favorecer la oferta de vivienda de alquiler", según apunta en su Informe Anual de 2018. Bajo su punto de vista, limitar el precio de las viviendas alquiladas no solo reduce la oferta, sino que "también puede favorecer un deterioro importante de los inmuebles", como se ha demostrado en otros mercados internacionales.
El Banco de España recuerda que desde 2014 el aumento de los alquileres ha sido elevado, aunque no se ha visto reflejado en el crecimiento del IPC de alquileres, cuyo "moderado"crecimiento (2,2% de promedio anual), según el organismo, se explica porque este índice no incluye información de nuevas incorporaciones al parque de viviendas en alquiler.
La entidad bancaria considera conveniente mejorar la seguridad jurídica para que los propietarios de inmuebles encuentren los incentivos adecuados para ofertar sus propiedades en el mercado del alquiler. También recuerda que las condiciones de acceso al mercado de la vivienda han tendido a experimentar recientemente un "cierto endurecimiento", sobre todo en lo que respecta al alquiler, siendo los jóvenes el sector de edad más castigado. Las causas hay que buscarlas en la “excesiva rotación laboral”, unos sueldos reducidos y una tasa de desempleo alta, que condiciona de forma muy importante su capacidad de independencia y emancipación familiar, cuya edad se retrasa muy por encima de la media europea.
El organismo también resalta en su informe que los precios del alquiler en algunas ciudades han aumentado exponencialmente –por ejemplo, un 42% en Madrid y un 38%, en Barcelona–, donde la demanda ha crecido en mucha mayor proporción que la oferta. La mejora de las posibilidades laborales que ofrecen las grandes ciudades, con expectivas de empleo mucho más altas que en el resto del territorio, ha favorecido la demanda de “servicios habitacionales”, que habían estado "embalsados"durante muchos años. De hecho, los grandes centros urbanos carecen de la suficiente elasticidad del mercado como para que potenciar esta oferta.
Sin embargo, el Banco de España descarta que el país esté en la misma situación de antes de la crisis y de la burbuja inmobiliaria, cuando los precios se elevaban sin freno “en todas las ciudades, barrios y tipologías” por todo el territorio nacional. Por contra, piensa que en los mercados de la periferia de las grandes ciudades el mercado del alquiler se mantiene estable. Para la institución, es necesario priorizar el aumento de la oferta, porque es "la mejor receta"para conseguir una moderación sostenible de los precios, aunque esgrime se debe mejorar “la seguridad jurídica de los propietarios de inmuebles”, promocionando los incentivos adecuados para que se decidan a ofertar sus propiedades en el mercado de alquiler.
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