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El BBVA cree que el SMI podría costar 195.000 empleos

Pan para hoy, hambre para mañana, síntesis de la entidad sobre la política económica de Pedro Sánchez.

El BBVA cree que el SMI podría costar 195.000 empleos
El BBVA cree que el SMI podría costar 195.000 empleoslarazon

Pan para hoy, hambre para mañana, síntesis de la entidad sobre la política económica de Pedro Sánchez.

Una de cal y otra de arena. BBVA Research, el departamento de Estudios y Análisis de la entidad que preside Carlos Torres, uno de los más prestigiosos de España, está a las duras y a las maduras. El equipo de expertos de la entidad, dirgidos por Jorge Sicilia, con Rafael Domenech como responsable de Análisis Económico, son más optimistas incluso que el Gobierno y prevén un crecimiento del PIB del 2,4% para 2019, frente a las previsiones gubernamentales de las ministas Montero y Calviño del 2,2%. Por el contrario, la entrada en vigor del nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de 900 euros con una subida del 22,3%, podría significar que llegaran a dejar de crearse entre 40.000 y 75.000 empleos en 2019, una cifra que llegaría en años posteriores hasta 195.000, sin descartar alrededor de 300.000 en el peor escenario. Todo dependerá de cuánto mejore la productividad y del impacto que estén dispuestas a absorber las empresas del aumento de costes que significa una subida tan grande del salario mínimo, algo que sólo se comprobará con el paso del tiempo, lo que significa que el empleo en España se adentra en un terreno ignoto. No hay estudios sobre el impacto de las últimas subidas del SMI, también importantes, pero a años luz de la que acaba de entrar en vigor. Advierten además de que esas alzas del SMI puede crear el espejismo de que disminuyan las desigualdades salariales pero, al mismo tiempo, crezcan las desigualdades de renta, algo que en la práctica ensancharía la brecha social. Los expertos de BBVA Research también defienden que si la economía, como apuntan, crece un 2,4% en 2019 y un 2,0% en 2020, en esos dos años podrían llegar a crearse hasta 800.000 puestos de trabajo, lo que significaría que la tasa de paro se reduciría desde el 15.3% de 2018 al 12,6% de 2020, es decir, una menor –«ralentización en la jerga económica»– de la creación de empleo.

El optimismo de los responsables de BBVA Research sobre el aumento del PIB en 2019 – sería algo menor si se aprueban los Presupuestos – , no impide que su opinión sobre la política económica del Gobierno sea mejorable y que prevean déficits muy superiores a los que calculan Montero y Calviño. En BBVA Reasearch opinan que 2018 se cerrará con un déficit del 2,7%, aunque podría haber sido del 2,1% sin las alegrías de gasto de la segunda parte del año. Para 2019 esperan un 2,3%, que quizá podría bajar al 2,0%, si se aprobaran y cumplieran los Presupuestos– y del 2,0 en 2020, cifras alejadas de las previsiones del Gobierno de Sánchez y también de los compromisos adquiridos con la Unión Europea.

Los expertos del BBVA explican su optimismo sobre el crecimiento del PIB en varios factores: avance, aunque menor, de la demanda (economica) mundial, política económica acomodaticia –mantenimiento bajos tipos de interés–, un precio del petróleo inferior en un 25% a lo previsto y una política fiscal expansiva en España, es decir, más gasto. Advierten, no obstante, que los riesgos aumentan y de que la incertidumbre –fragmentación– política es muy elevada. Además, y sin duda será lo que más duela al Gobierno, explican que la política económica que aplica el equipo de Pedro Sánchez consiste en gastar más a corto plazo para fomentar el crecimiento, pero que eso significa aplazar los costes para más adelante en forma de déficit estructurales. Los economistas lo llaman «traer el crecimiento del futuro al presente». En roman paladino, pan para hoy y hambre para mañana.