Una libra por menos de un euro en las casas de cambio británicas

La esterlina llegó a caer ayer un 9% en apenas diez minutos en los mercados asiáticos

Algunos lo achacaron a un fallo de los sistemas informáticos; otros a operaciones algorítmicas automatizadas de algunos bancos de inversión. Lo cierto es que ayer, en la madrugada española, la libra cedió un 10% de su valor frente al dólar en los mercados asiáticos, los único que en esos momentos permanecían activos. ¿Cuál es la razón? Lo más probable es que las palabras del presidente François Hollande unas horas antes pidiendo firmeza en las futuras negociaciones con Reino Unido para establecer los términos de su salida de la Unión Europea precipitaran, según los analistas, el cambio de la libra con el dólar que llegó a pasar de 1,2614 a 1,1491 unidades cuando en Madrid no había amanecido aún. Hans Redeker, jefe de Estrategia Cambiaria de Morgan Stanley, cree que el nuevo gobierno británico de Theresa May «parece haber elegido un rumbo económico que podría tener riesgos sustanciales». Es el nivel más bajo en 31 años. Otros analistas piensan que Reino Unido pretende imponer un control total sobre sus fronteras, lo que podría obstaculizar el comercio internacional y, «sobre todo, constreñir la inversión extranjera tan necesaria para financiar el enorme déficit por cuenta corriente del país».

A lo largo de la jornada, la calma volvió a los ordenadores y la libra recobró un cambio en el entorno de los 1,25 dólares. Con el euro el cataclismo fue menor, aunque lo suficiente como para que por una libra sólo hubiera que poner encima de la mesa 1,10 euros. Varias casas de cambio británicas cambiaban ayer una libra por menos de un euro debido a la bajada de la cotización y a las comisiones que se cobran por la transferencia de divisas. Los ciudadanos empiezan a temer el impacto que la caída de la libra –más de un 16% en lo que va de año y más de un 15% desde el «no» a la UE– puede tener sobre los precios de los combustibles en los próximos meses.

Periodo de turbulencias

El ministro de Economía británico, Philip Hammond, alertó ayer de un periodo de turbulencias. «Éste va a ser un periodo de turbulencias. Creo que vamos a sentirlas. Habrá días de subidas y de bajadas», dijo Hammond en Washington a la cadena británica Sky News. La libra ha perdido cerca de un 4 % de su valor respecto al dólar en la última semana, una de las peores desde 2009. «Quizás lo que ha pasado esta semana fue que (los inversores) reaccionaron y asumieron el hecho de que el Brexit va a suceder», afirmó Hammond. Algo más tarde, el ministro puntualizó: «Estamos atravesando un periodo de volatilidad. Se producirán muchos comentarios y podemos esperar que los mercados se muestren más turbulentos durante este periodo, y deberíamos prepararnos para ello», indicó. «Lo preocupante es que lo que anoche sucedió podría ser sólo el principio de este periodo de turbulencias, dado que las negociaciones sobre el Brexit ni siquiera han empezado», destacó Michael Hewson, analista de CMC Markets, en declaraciones que recoge Efe.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, subrayó hoy que habrá que ser «intransigentes» en las negociaciones para el Brexit si Reino Unido quiere mantener su acceso al mercado único. En una intervención en París junto al primer ministro francés, Manuel Valls, Juncker advirtió de las «maniobras» de responsables políticos y económicos británicos: «Reino Unido, su Gobierno, están explicando a los industriales del continente que sus relaciones tendrán que ser lo más tranquilas posibles». Pero hizo hincapié en que «si Reino Unido quiere tener un libre acceso al mercado interior, se tienen que respetar íntegramente todas las reglas que rodean el mercado interior. No se puede tener un pie dentro y otro fuera. Sobre ese punto tenemos que ser intransigentes».

El déficit comercial de Reino Unido aumentó el pasado agosto hasta los 4.700 millones de libras (5.223 millones de euros), según los datos divulgados ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). La cifra refleja un aumento de 2.500 millones de libras (2.778 millones de euros) con respecto al dato de julio, y es también superior a los 4.000 millones de libras (4.446 millones de euros) que habían vaticinado los analistas. En agosto las importaciones se incrementaron en 2.600 millones de libras (unos 2.900 millones de euros) y las exportaciones sólo en 100 millones de libras.