Medidas económicas

El FMI pide a España subir el IVA y revisar el gasto en sanidad y educación

Las medidas fiscales adoptadas para 2017 constituyen un paso importante hacia la consecución del objetivo de déficit, del 3,1%. Aboga por las fusiones en la banca española

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagardelarazon

El organismo internacional pide reformar la financiación autonómica e introducir “transferencias ligadas a resultados”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda a España introducir cambios en el IVA para incrementar la recaudación, aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales. Además, apuesta por una revisión “en profundidad” del gasto, sobre todo en sanidad y educación. Así lo recoge el organismo internacional en su evaluación anual sobre la economía española, la llamada ‘Consulta del Artículo IV’, publicado este martes y en el que se apunta que en España hay margen para aumentar los ingresos tributarios. En concreto, el FMI apunta una “reducción gradual de las exenciones” del IVA, lo que haría que su recaudación se asemeje más a la de otros países de la Unión Europea. Además, apunta que “hay margen para aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales”, así como abordar las “ineficiencias y tratamientos” diferenciados del sistema tributario. Según el FMI, junto con las reducciones aprobadas en el Impuesto de Sociedades y en el IRPF durante el primer Gobierno de Mariano Rajoy, las medidas recaudatorias que propone “permitirían trasladar la carga tributaria, de forma favorable al crecimiento, de la fiscalidad directa a la indirecta”. Mientras, desde el punto de vista del gasto, el Fondo considera que el margen para mejoras de eficiencia podría evaluarse mejor mediante “revisiones en profundidad”, sobre todo en sanidad y educación. En paralelo, subraya, será “importante proteger debidamente a los grupos vulnerables” y mejorar la eficacia de los programas de gasto directamente dirigidos al empleo y al crecimiento, como las políticas activas de empleo, y los destinados a la investigación y desarrollo públicos.

OBJETIVO DE DÉFICIT

En cuanto a la evolución del déficit público, el FMI reconoce que si bien éste ha seguido reduciéndose, por segundo año consecutivo es “probable” que sea superior a las previsiones originales, “a pesar del fuerte crecimiento económico y de un menor gasto en intereses”. Cabe recordar que el objetivo pactado por el Gobierno con Bruselas para este ejercicio 2016 es del 4,6% del PIB. “Esto supone una relajación estructural de la orientación de la política fiscal en 2015 y 2016”, advierte la institución, que en todo caso agrega que “en el futuro, los ajustes, aprovechando las profundas medidas fiscales que se adoptaron entre 2010 y 2013, podrán efectuarse a un ritmo más calibrado, pero deberían ser sostenidos y sustentarse en medidas bien definidas”. De esta manera, explica, con un ajuste fiscal anual del saldo primario estructural de en torno al 0,5% del PIB, se lograría un “equilibrio adecuado” entre el mantenimiento de la recuperación económica y la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. En ese sentido, asegura que las medidas fiscales adoptadas para 2017 constituyen un paso importante hacia la consecución del objetivo de déficit, del 3,1% del PIB, y la disminución de la deuda pública.

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

El Fondo Monetario Internacional también se pronuncia en su informe sobre el sistema de financiación autonómica, y alerta de que “si no se reforma, seguirá suponiendo un riesgo para la consecución de los objetivos fiscales”. Para el organismo, el objetivo de las reformas debe ser mejorar los incentivos de las comunidades autónomas a cumplir con sus objetivos fiscales, teniendo en cuenta a la vez sus diferentes capacidades económicas. Para ello, afirma, es necesario hacer cumplir de modo “más automático y estricto” los objetivos, y dotar a las comunidades autónomas de una mayor capacidad de movilización de sus propios ingresos. Así, el FMI cree que “podría contemplarse la posibilidad de introducir transferencias ligadas a resultados”. El objetivo de esta iniciativa, explica, es incentivar avances en áreas críticas de reforma, como la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado y las políticas activas de empleo.

RETOS

Destaca además los avances que ha experimentado la banca española desde la crisis, pero aboga porque el sector continúe con una política de provisiones "adecuada"y con nuevos aumentos de la eficiencia, "posiblemente por medio de fusiones". El organismo también pide que las entidades estimulen los ingresos no procedentes de intereses, e incrementen el capital de alta calidad que, en su opinión, ayudaría a reforzar la capacidad del sistema bancario para absorber "shocks"(activos improductivos), y así facilitar el crédito a medida que se recupere la demanda.

En su informe publicado hoy, el organismo internacional considera que el sistema bancario español se ha seguido reforzando frente a los nuevos retos, gracias a la mejora en la calidad de sus activos, a una situación de capital y a una financiación "más saneada", y a un menor sobreendeudamiento.

Sin embargo, el FMI advierte de que el "ritmo de mejora"de las entidades ha sido variable y en general, los ratios de morosidad y el volumen de activos adjudicados siguen siendo "elevados". No obstante, dichos volúmenes "son muy inferiores a los de algunos países de la UE", ha añadido. Paralelamente, al igual que otros sistemas bancarios europeos, los bancos españoles "se enfrentan a problemas derivados de un entorno de baja rentabilidad y de nuevas iniciativas en materia regulatoria", ha advertido. El FMI considera que un aspecto "clave"para continuar con la recuperación económica es seguir reforzando la situación de los bancos y mejorando las perspectivas financieras de los prestatarios.

En este sentido, ha precisado que unas políticas económicas que sustenten una recuperación intensiva en generación de empleo "contribuirían simultáneamente a estimular la demanda interna y a fortalecer los balances del sector privado". Desde el inicio de la crisis, y tras el rescate, el sector financiero español ha sufrido un profundo proceso de saneamiento y de reestructuración, con el que ha visto mermado el número de entidades y sus plantillas. Sin embargo, los retos que todavía debe afrontar, como los bajos tipos de interés, la digitalización, o la baja rentabilidad, han llevado a muchos organismo, incluido el Banco de España, y hoy al FMI, a abogar por seguir haciendo esfuerzos, incluso, mediante nuevas fusiones. España aún tiene pendiente la venta de las nacionalizadas Bankia y BMN, que podrían ser fusionadas o vendidas de forma individual, un proceso que el Estado mantiene en estudio, y sobre el que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han urgido a que se complete su proceso de privatización.