
Crecimiento económico
El Gobierno confía en una mejora del «rating» en otoño

Hasta el estallido de la crisis en 2008, España mantenía una cómoda posición desde el punto de vista económico. Pero algo cambió: un déficit desbocado, millones de nuevos parados y una pérdida generalizada de confianza sobre nuestro país. Como consecuencia, España perdió en 2009 la ansiada triple A, la máxima nota otorgada por las agencias de calificación y símbolo de la solvencia de un país. Con todo, lo peor estaba aún por llegar: por aquel entonces, la prima de riesgo se mantenía aún en el entorno de los 100 puntos básicos. Sin embargo, el recorte del «rating» dio rienda suelta a una crisis de deuda que llegó a disparar el riesgo país por encima de los 600 puntos en 2012, y que acabó con España a un paso del bono basura.
Ahora, la situación ha cambiado drásticamente. Aunque lentamente, nuestro país comienza a dar la vuelta a la situación y se posiciona ya a las puertas de la recuperación y la mayor parte de los indicadores económicos presentan claros signos de mejoría. De hecho, la prima de riesgo se encuentra en su nivel más bajo en más de dos años y acecha ya la barrera psicológica de los 200 puntos. España ha acometido reformas de importancia que comienzan a dar sus frutos, por lo que la lógica dice que, igual que cuando la economía empezó a ir cuesta abajo las agencias de calificación rebajaron la nota crediticia de nuestro país, ahora que España ve algo de luz al final del túnel, Moody's, S&P y Fitch deberían reconocer esa mejoría y subir la nota española.
De hecho, así lo esperan desde el Gobierno. Según ha podido saber LA RAZÓN, el Ministerio de Economía tiene cierto grado de confianza en que las agencias mejoren el «rating» de España a lo largo de este mismo otoño. Esta circunstancia supondría un nuevo impulso a la incipiente recuperación, así como un balón de oxígeno de cara a seguir mejorando la confianza de los inversores en nuestro país y mejoras en el «rating» de las empresas españolas. Además, sería de gran ayuda a la hora de apoyar la bajada sin pausa que la prima de riesgo lleva registrando en los últimos meses y obtener así una financiación más barata de la deuda pública.
«En la medida en que vayan confirmándose los datos positivos, se producirá una estabilización de los ''ratings'' otorgados por las grandes agencias de calificación. Previsiblemente, lo primero que se producirá será un cambio de las perspectivas, de negativas a estables. Y esto puede tener un efecto positivo en los mercados, explicaba hace sólo un mes Íñigo Fernández de Mesa, secretario general del Tesoro.
Actualmente, tanto Moody's como S&P sitúan la nota de España a sólo un nivel de distancia del «grado de no inversión especulativo» –el llamado «bono basura»–. Por su parte, Fitch da a la deuda española una calificación un grado mejor que las otras dos agencias, si bien la mantiene próxima al «bono basura».
A lo largo de todo el verano, el Gobierno se ha afanado por informar y hacer ver a las agencias de «rating» que la situación de España ha mejorado y que aún lo hará más en los próximos trimestres, cuando está previsto que vuelva a la senda del crecimiento. Además, el hecho de que España sólo haya precisado el 40% de los 100.000 millones de euros puestos a disposición por la eurozona para rescatar a la banca podría hacer más factible una próxima subida de la nota española. De hecho, fue nada más pedir el rescate bancario cuando las agencias de calificación degradaron aún más el bono español.
No obstante, nunca se sabe qué puede suceder con estas agencias, muy criticadas –incluso por el Banco de España– por la falta de transparencia de sus métodos para calificar la solvencia de países y empresas. Por otra parte, el precedente de Moody's con Irlanda es una razón más para el optimismo. El pasado viernes, la agencia con sede en Nueva York revisaba al alza la perspectiva de la deuda irlandesa, desde negativa a estable, «ante los progresos en el saneamiento de las finanzas públicas y la mejor financiación».
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