Macroeconomía

Sablazo fiscal en plena ralentización

El Gobierno envía a Bruselas el plan presupuestario con la revisión de previsiones. Presenta un déficit extra de 7.200 millones y una recaudación récord en 2020. El Gobierno admite ante la UE que subirá un 0,9% las pensiones y un 2% el sueldo de los funcionarios pese a la caída de una décima de la economía

Nadia Calviño/Luis Díaz
Nadia Calviño/Luis Díazlarazon

El Gobierno envía a Bruselas el plan presupuestario con la revisión de previsiones

Presenta un déficit extra de 7.200 millones y una recaudación récord en 2020. El Gobierno admite ante la UE que subirá un 0,9% las pensiones y un 2% el sueldo de los funcionarios pese a la caída de una décima de la economía

El Gobierno remitió ayer a la Comisión Europea el nuevo cuadro macroeconómico del Plan Presupuestario para lo que queda de 2019 y para 2020, y lo hizo moderando sus expectativas de crecimiento del PIB, manteniendo sus objetivos de creación de empleo y de déficit público, y anunciando la esperada subida para funcionarios (2%) y pensionistas (0,9%).

El Gobierno no ha tenido más remedio que atender la revisión del Instituto Nacional de Estadística (INE) y rebajar una décima en 2019 y otra más en 2020 las previsiones respecto a sus cálculos previos. En concreto, el Ministerio de Economía anticipa que el PIB de España crecerá un 2,1% a cierre de este año y un 1,8% en 2020. El motivo es achacable, según el Gobierno, al cambio de metodología de la estimación periódica realizada por el INE, que contabiliza un menor crecimiento del PIB real, mientras que el deflactor apenas se ha modificado, lo que limita los indicadores.Ningún organismo había sido tan optimista.

El Banco de España rebajó su previsión cuatro décimas hasta el 2%, mientras que Funcas lo hizo hasta el 1,9% y el lunes BBVA Research fue aún más pesimista y lo dejó finalmente en el 1,8%.

Ya anunció el pasado lunes la ministra Nadia Calviño que iba a huir de la «sobrerreacción» y el «simplismo» para determinar sus previsiones, y eso se tradujo ayer en que el Gobierno sólo reconoce un paso atrás, pero niega que nos adentremos en otra crisis, ya que, básicamente, el coste de esas dos décimas es culpa de la baja demanda interna, «no sólo del consumo privado sino también por la inversión».

El Ejecutivo sí ha mejorado dos décimas sus estimaciones sobre el crecimiento del empleo a tiempo completo, que crecerá este año un 2,3%, frente al 2,1% anterior, y 2% en 2020, en contraste con el 1,8% estimado inicialmente. No se modifica la valoración de las tasas de paro previstas, que se estabilizarán en el 13,8% en 2019 y el 12,3% el próximo año.Intenta también el Plan asumir el compromiso marcado por el Gobierno de mantener el déficit en unas cifras asumibles, en torno al 2% del PIB para 2019 y en el 1,7% en 2020. Pero eso significa un aumento de seis décimas respecto al cálculo anterior, una desviación de 7.200 millones que el Ministerio intentará asumir gracias a una supuesta mejora del escenario económico y a una carga tributaria adicional.

El Ejecutivo aumentará su ratio de ingresos públicos hasta el 39,3% este año y tres décimas más en 2020, hasta el 39,6%, gracias, básicamente a las cotizaciones sociales y a las cargas impositivas, que aumentarán un 4,8%, o lo que es lo mismo, la mayor presión fiscal de la historia para alcanzar una recaudación total en 2020 de 512.032 millones de euros. Así, el gasto público se elevará al 41,3% del PIB.

El Gobierno ya había pronosticado anteriormente una progresiva reducción del déficit desde el 2,5% registrado en 2018 hasta el equilibrio presupuestario en 2022. Y, según recoge el documento, lo quiere conseguir, pero en buena parte por el aumento de la presión fiscal, que alcanzará los 26.000 millones de euros en el próximo trienio gracias al aumento progresivo de la fiscalidad, que marcará su récord histórico dentro de tres años. Para entonces, las medidas tributarias alcanzarán de lleno a Sociedades, IRPF –que aumentará hasta 4 puntos para rentas superiores a 130.000 euros–, Patrimonio, «tasa google», impuestos verdes, tasas financieras e hidrocarburos, con el que el Estado tiene la pretensión de recaudar más de 5.000 millones adicionales.

El Gobierno intentará también sanear en parte este déficit gracias al superávit del saldo presupuestario primario –el que no contiene intereses de deuda–, previsto en el 0,4% del PIB en 2020, el doble que en 2019.La presentación de este Plan, a apenas un mes de la próxima cita electoral, aprovechó la coyuntura para confirmar dos de las medidas sociales más esperadas. Por un lado, mantiene el compromiso pactado con los sindicatos de incrementar los salarios de los empleados públicos un 2% el año que viene, aunque deja en el aire el procentaje variable vinculado al crecimiento del PIB. Tampoco deja claro si esta medida se aplicará desde el 1 de enero.

Todo dependerá de si para ese momento esté consolidado un Gobierno estable. Por otro, recoge la revalorización de las pensiones para el año que viene al 0,9%, una décima por encima de las previsiones de inflación. Sánchez ya comunicó que no subirá pensiones y salarios en situación de interinidad, y sólo lo hará si gana los comicios y consigue la investidura, por lo que, si no utiliza el comodín del decretazo, las negociaciones podrían extenderse meses y funcionarios y pensionistas arrancar 2020 con el mismo salarios y pensiones que en este ejercicio.