El nivel de vida de los pensionistas, a salvo con el factor de sostenibilidad

Madrid- La inmediata aplicación del factor de sostenibilidad no conllevaría «previsibles empeoramientos significativos en el nivel de vida de los pensionistas actuales o futuros, al menos en la medida en que ese nivel de vida depende de su pensión». Esa es la conclusión a la que los expertos que están analizando el sistema de pensiones llegan en el último borrador que manejan. El informe ilustra con varios ejemplos cómo quedarían las pensiones en función de que la economía española evolucione en una horquilla de crecimiento que oscilaría entre el 1,5% y el 2,75%. Según el documento, los escenarios basados en un crecimiento del PIB del 2,75% o el 2,5% serían moderadamente optimistas. Los basados en crecimientos del 1,5% o el 1,75% serían moderadamente pesimistas. Y los que toman como referencia un avance del PIB del 2% o el 2,25% se aproximarían bastante a las tendencias de la economías española en las últimas décadas.

Partiendo de una pensión de 1.000 euros, los expertos concluyen que la prestación nominal de un pensionista medio, que incluye a los actuales y a los futuros, se situaría en 2020, dependiendo del vigor del avance económico, en una horquilla de entre 1.130 y 1.142 euros y en 2030 entre los 1.418 y los 1.586 euros. Eliminado el efecto de la inflación, en 2020 estaría entre los 998 y 1.008 euros y en 2030, entre los 1.027 y los 1.148 euros.

Si la hipótesis se ciñe a los pensionistas actuales en exclusiva, la horquilla del informe sitúa la pensión nominal en 2020 entre los 1.064 y los 1.075 euros, mientras que diez años después estaría entre los 1.279 y los 1.530 euros. En términos reales, la pensión se situaría entre los 939 y los 949 euros, mientras que en 2030 se colocaría entre los 926 y los 1.036 euros.

«Si nos fijamos en un escenario intermedio, que equivaldría, aproximadamente, a proyectar las tasas de crecimiento del PIB observadas entre 1980 y 2012 –2,3% de media–, la pensión de un pensionista actual nunca caería nominalmente y prácticamente mantendría su poder adquisitivo en 2030, mientras que la pensión media nunca caería nominalmente y ganaría un 9,8% de poder adquisitivo», concluyen los expertos, que añade que, en el escenario más pesimista –un crecimiento de entre un 1,5% y un 1,75%– su pensión real se contraería un 6% en 17 años.

El escenario potencial para 2050 es más incierto. A partir de 2030, asegura el documento, el «potencial desequilibrio presupuestario del sistema de pensiones públicas comenzaría a generarse llegando a 2030 y alcanzaría su punto álgido alrededor de 2050. «Es en este periodo cuando deberían notarse con más intensidad los efectos del factor de sostenibilidad», concluyen.