Mercado bursátil
El riesgo de quiebra de España cae a la mitad desde julio
Según el mercado de seguros de deuda (CDS), ahora es del 19%, frente al 43% que alcanzó el pasado verano
Si ya no se habla del posible rescate de España es porque la amenaza que se cernía sobre el país se ha disipado. Al menos, lo suficiente como para que pueda financiarse en los mercados por sí misma, aunque lo haga todavía a un coste bastante superior al que lo hacía antes de la crisis.
Si ya no se habla del posible rescate de España es porque la amenaza que se cernía sobre el país se ha disipado. Al menos, lo suficiente como para que pueda financiarse en los mercados por sí misma, aunque lo haga todavía a un coste bastante superior al que lo hacía antes de la crisis. Desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, se erigió en julio en guardián del euro y prometió defenderlo bajo cualquier circunstancia, las tensiones se han relajado de forma notable en la periferia de Europa. No es sólo una percepción. Los datos también lo corroboran. La prima de riesgo, que habitualmente se utiliza para medir la solvencia de un país, lleva semanas por debajo de los 400 puntos básicos después de llegar a superar los 650 el pasado verano. Pero hay más síntomas de que las cosas han mejorado y de que así lo perciben los inversores. El coste de los seguros que los compradores de deuda contratan para protegerse en caso de un posible impago –credit default swaps (CDS), en inglés– también se ha reducido drásticamente. Si en julio la prima anual que los inversores tenían que pagar por asegurar deuda española a cinco años era del 6,42% del nominal a cubrir, en enero ha caído hasta el 2,9%, lo que significa que la probabilidad de impago que los mercados otorgan a España ha caído del 43% al entorno del 19% a principios de esta semana.
Para los expertos del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), los CDS son un indicador más sólido que la prima de riesgo para medir la posibilidad de quiebra de un país. La prima de riesgo es, en su opinión, un factor relativamente fiable porque puede que el diferencial sea muy bajo, pero la rentabilidad muy alta. De poco le sirve a España que su prima de riesgo sea de 100 puntos básicos si eso implica que el interés del bono alemán a diez años es del 10% y el del español del 11%, pues, a tales intereses, resulta insostenible financiarse en los mercados. Con los CDS, sin embargo, los inversores arriesgan su dinero en función de la evolución de la economía del país en cuestión, lo que le otorgaría más fiabilidad, según explicó ayer Roberto Knop-Lucas, director de la Unidad de Riesgos del Área de Mercados de Banesto y colaborador habitual del IEB. «En la medida en que cotizan en los mercados, también son más fiables que las notas que otorgan las agencias de rating sobre la solvencia de un país o una empresa, que están basadas en simples opiniones», añadió Knop-Lucas. El economista puso como ejemplo lo que sucedió con Enron, el gigante energético norteamericano. La compañía quebró en 2002 tras destaparse el mayor fraude empresarial de la historia. Sin embargo, aunque tres meses antes de la bancarrota los CDS para su deuda se habían disparado a niveles estratosféricos, las agencias de rating mantenían sus elevadas calificaciones para la firma.