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Empleo

España, una trituradora de empleo productivo

Un informe de la OCDE cifra en 483.000 los puestos de trabajo de este tipo destruidos desde 2010. En el mismo periodo, se han creado 354.000 empleos poco productivos

Fábrica española de la empresa americana Alcoa
Fábrica española de la empresa americana Alcoalarazon

Un informe de la OCDE cifra en 483.000 los puestos de trabajo de este tipo destruidos desde 2010. En el mismo periodo, se han creado 354.000 empleos poco productivos

Detrás de las cifras de creación de empleo de los últimos años en España siempre hay un gran pero: la calidad de los puestos generados. Los salarios y la estabilidad están siendo víctimas de esta dinámica. Pero también la productividad. Según el informe de la OCDE "Compendio de los Indicadores de Productividad", entre 2010 y 2018 España destruyó 483.000 empleos con una productividad superior a la media, aupándose así a lo más alto de esta clasificación entre los países que conforman el club de los países avanzados.

El sector en el que más empleo se destruyó en el periodo analizado es el de la construcción, 512.000 puestos. Se trata de una rama de actividad con un nivel de productividad superior a la media y un nivel de remuneración también mayor.

Por detrás de España se situaron Italia -110.000-, Grecia -98.000-, Portugal -54.000-, Bélgica -20.000- y Finlandia -5.000-. No obstante, en términos porcentuales, los datos de España (-2,5%) son incluso peores que los de Grecia (-2,1%).

En el mismo espacio de tiempo, se generaron 354.000 empleos poco productivos. Muy relacionado con lo anterior, desaparecieron 413.000 puestos de trabajo que tenían una remuneración por encima de la media y se generaron 285.000 con sueldos inferiores.

El análisis que hace la OCDE del empleo en este informe es bastante pesimista. La organización lamenta que los trabajos poco productivos sigan siendo el motor de la creación de empleo en los países más avanzados y lamenta la situación salarial general. La organización denuncia que a pesar del incremento de los últimos años provocado por la inflación, los salarios permanecen en niveles inferiores a los que tenían antes de la crisis, circunstancia que se da también para los salarios reales en España, Italia y Grecia. Incluso hay países como Bélgica o Canadá en los que han retrocedido en los últimos ejercicios.