Transporte aéreo

Ni falta de tripulación ni condiciones meteorológicas adversas: estas son las causas más sorprendentes por las que se retrasa un vuelo

El 26% de los vuelos que despegaron desde España el año pasado lo hizo con retraso o fue cancelado

Pasajeros en el Aeropuerto de Madrid-Barajas el día del apagón en la Península Ibérica
Pasajeros en el Aeropuerto de Madrid-Barajas el día del apagón en la Península Ibérica. David JarDavid JarFotógrafos

El tráfico aéreo no ha parado de aumentar en los últimos años y cada día hay más de 120.000 vuelos en todo el mundo. Es decir, cada hora están volando unos 5.000 aviones. Ante este escenario, no es de extrañar que se produzcan diferentes incidencias en los aeropuertos y que muchos viajeros tengan que ver en las pantallas que, desafortunadamente, su vuelo aparece con el mensaje de "retrasado". En este sentido, el 26% de los vuelos que despegaron desde España el año pasado lo hizo con retraso o fue cancelado, según datos de la empresa tecnológica AirHelp.

Los retrasos son uno de los problemas habituales a los que se enfrentan los pasajeros. Por ello, desde el portal de reclamaciones reclamador.es comparten las causas más sorprendentes por las que se puede retrasar un vuelo.

Problemas con la comida a bordo

En el caso de que el catering no haya llegado a tiempo, es decir, que la aeronave no cuente con la comida y bebidas estipuladas, el despegue "se puede retrasar hasta que se cumplan los requisitos del servicio a bordo", explican.

El viajero podrá reclamar una indemnización por este retraso siempre y cuando llegue a su destino con más de tres horas de retraso y no se deba a una circunstancia de fuerza mayor -como un problema de la propia aerolínea-. En estos casos, si la llegada al destino es más de 180 minutos después de lo previsto, tendrá derecho a reclamar una compensación económica de hasta 600 euros.

Pasajeros conflictivos

El comportamiento de los pasajeros es otro de los motivos que puede retrasar un vuelo. Disputas entre viajeros, personas en estado de embriaguez o incluso pasajeros que se niegan a sentarse o no hacen caso al personal pueden obligar a la tripulación a intervenir o incluso desembarcar a alguien antes de despegar.

Esta situación es de fuerza mayor, por lo que en el caso de sufrir un retraso, los pasajeros no podrán reclamar a la compañía aérea una compensación económica.

Enfermedad de un pasajero

Si una persona sufre un infarto, desmayo o cualquier ataque de salud grave antes del despegue, la tripulación puede decidir no despegar hasta que el pasajero reciba atención médica o sea evacuado del avión.

En el caso de que la urgencia médica ocurra en pleno vuelo, el piloto podrá verse obligado a aterrizar en un aeropuerto alternativo. Eso también "provoca un retraso en la llegada y, en algunos casos, la reprogramación del itinerario completo", asegura la plataforma de reclamaciones.

Al igual que en los casos anteriores, este incidente se considera de fuerza mayor o circunstancia extraordinaria, por tanto, tampoco es posible reclamar una indemnización a la aerolínea.

Retraso en la llegada del equipaje al avión

Otro de los motivos que puede explicar el retraso de un vuelo es que el equipaje facturado por los pasajeros no haya llegado a la pista y, por tanto, el avión se mantiene parado. "En otras ocasiones, el equipaje facturado no ha sido cargado completamente o ha sido confundido con otro vuelo. Esto obliga a parar el embarque o incluso descargar el avión para verificar los equipajes, causando retrasos innecesarios pero obligatorios", aseveran.

En estos casos, y siempre que el vuelo llegue más de tres horas tarde a destino, el pasajero sí que tendrá derecho a una indemnización económica.

Aunque estas son las causas más sorprendentes, no son las más comunes. Habitualmente son las condiciones meteorológicas adversas, los fallos técnicos en el avión, la falta de tripulación y la congestión aérea en el aeropuerto los principales motivos que explican los retrasos de los vuelos en muchos aeropuertos.