El Gobierno ha decidido que la economía no va a frenar tanto como auguran analistas y organismos y ha decidido mejorar sus previsiones macroeconómicas para el próximo año, ya que ha elevado una décima el crecimiento previsto, al 1,9%, y rebajado dos décimas la reducción del déficit público, hasta el 2,5% del PIB. La actualización también mejora la ratio de deuda al 105,5% del PIB en 2024 y al 104,1% del PIB en 2025. Con esta mejora, el Gobierno no ha perdido el tiempo para destacar que gracias a "la sólida evolución de la economía española, en un escenario internacional complejo, España seguirá liderando el crecimiento económico entre las principales economías europeas en 2024 y 2025".

Así lo ha remitido a Bruselas a última hora del día en la actualización de las previsiones del cuadro macro, pese a que el propio ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha reconocido que ya no era obligatorio mandar la actualización del programa de estabilidad ni el plan nacional de reformas a cuatro años al haber entrado en vigor las nuevas reglas fiscales europeas. Tampoco la actualización del cuadro macroeconómico ni la senda fiscal inercial a dos años "a modo de transición hacia una fecha de suma importancia".

Será el 20 de septiembre la fecha tope para mandar el plan fiscal estructural definitivo con la vista puesta a cuatro años con la obligatoriedad de reducir el déficit público por debajo del 3% del PIB y encaminar la deuda pública hacia niveles inferiores al 60% del PIB. La Comisión Europea ya ha advertido al Gobierno español que el próximo mes de junio -dos meses antes de presentar el plan- decidirá sobre la apertura de procedimiento de déficit excesivo a España, después de que se cerrara el ejercicio 2023 con un descuadre de las cuentas públicas del 3,6% del PIB, por encima de lo previsto.

Para este año se mantiene un avance económico del 2% y el compromiso de reducir el déficit público al 3% del PIB, aunque Cuerpo ha apuntado que podrían llegar a mejorar estas cifras si el crecimiento mantiene el "excelente" crecimiento marcado por el primer trimestre, del 0,7% trimestral y 2,4% interanual. La demanda interna (consumo e inversión) seguirá siendo el principal motor de la economía gracias al despliegue de los fondos europeos y al buen comportamiento del consumo privado, impulsado por la ganancia de poder adquisitivo, el aumento de los salarios y la creación de empleo, que seguirá marcando niveles récord de ocupados.

En cuanto a 2025, Economía justifica la disminución del déficit por un escenario inercial basado en el incremento de los ingresos por la mejora de la actividad económica y el empleo, lo que permitirá alcanzar en el próximo ejercicio superávit fiscal primario, es decir, sin contar con los intereses de la deuda pública. La recaudación por IRPF mejorará por el "buen comportamiento del empleo", y la del impuesto de sociedades por los "mayores beneficios empresariales", mientras que el IVA incrementará ingresos un 2,4% por la "fortaleza del consumo y la retirada de las medidas aplicadas para mitigar la inflación", apunta el documento.