IPC

La inflación de la cesta de la compra de España es la quinta más alta de toda la OCDE

Sólo en Grecia (8,3%), Noruega (8,7%), Islandia (8,9%) y Turquía (69,7%) subió más que en España

La presión inflacionaria sobre la cesta de la compra continúa comprometiendo las finanzas de los hogares españoles. La inflación alimentaria en nuestro país alcanzó en enero el 7,4% en tasa interanual, lo que significa que es la quinta más elevada de los 38 países de la OCDE, con la inflación general situada en el 3,4%, por debajo de la media del 5,7%. Así lo constatan los datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que determinan que los alimentos sólo habían subido más que en España durante el último año en Grecia (8,3%), Noruega (8,7%), Islandia (8,9%) y Turquía (69,7%).

Por contra, los alimentos se abarataron en ese periodo un 4,8% en Costa Rica, un 3,9% en la República Checa y un 0,3% en Lituania, y sólo progresaron un 1,2% en Estados Unidos y un 1,6% en Finlandia. En la UE el alza fue del 5,1%. Paradójicamente a la situación en España, gracias al menor incremento de los alimentos –con una progresión interanual de cinco décimas de diciembre a enero– y a una mayor caída de la energía –con un -3,3% en el primer mes de 2024, comparado con -2,3 % el último de 2023–, la inflación general en la OCDE bajó tres décimas en enero respecto a diciembre, cuando había sido del 6%. En concreto, 14 países se situaron en el inicio del año con una inflación inferior al 3% e incluso fue negativa para Costa Rica (-1,9%). En el otro extremo, las más elevadas fueron las de Turquía (64,9%), Colombia (8,3%, un punto porcentual menos que en diciembre) y en Islandia (6,7%).

Detrás de las altas inflaciones en Turquía y Colombia está particularmente la energía, con aumentos interanuales del 28,9% y del 27,1%, respectivamente. Sin embargo, el IPC energético en los miembros de la OCDE se mantuvo en negativo, en -7,5%, 2,1 puntos menos que en junio, gracias a que en 30 países el dato interanual fue negativo.

En cuanto a la inflación subyacente -que excluye la energía y los alimentos-, cayó una décima en el conjunto de la OCDE, hasta el 6,6 %. En España esa inflación subyacente disminuyó en dos décimas, al 3% y fue la séptima más baja de la organización, aunque se ha mantenido por encima de la inflación general durante los últimos nueve meses consecutivos.

La inflación interanual en el G7 disminuyó al 2,9% en enero de 2024, en comparación con el 3,2% en diciembre de 2023, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2021. La inflación subyacente en el G7 se mantuvo en términos generales estable. La inflación general disminuyó en todos los países excepto en Italia, donde aumentó ligeramente pero siguió siendo la más baja entre los países del G7, y en el Reino Unido, donde se mantuvo estable. La inflación de los alimentos disminuyó un punto porcentual, mientras que la inflación de la energía fue negativa en todos los países del G7 excepto Francia. Los artículos no alimentarios y no energéticos fueron los principales contribuyentes a la inflación general en la mayoría de los países del G7.

En el G20, la inflación interanual se mantuvo prácticamente estable en el 6,4%. En China, la inflación se mantuvo negativa y disminuyó a -0,8% interanual. La inflación general también disminuyó en la India, mientras que aumentó en Sudáfrica y aumentó aún más en Argentina. En general, se mantuvo estable en Brasil, Indonesia y Arabia Saudita.

En la zona euro, la inflación interanual medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA) se mantuvo prácticamente estable en el 2,8% en enero de 2024, una décima menos que en diciembre de 2023. La inflación subyacente también se mantuvo sin cambios, mientras que la inflación de los alimentos en la zona del euro disminuyó por décimo mes consecutivo, alcanzando el 5,4%. En febrero de 2024, la estimación preliminar de Eurostat apuntaba a una disminución de la inflación general y básica de la zona del euro (al 2,6%), con una desaceleración del descenso de los precios de la energía.