
Caso Blesa
La acusación popular pedirá hoy el relevo del fiscal del «caso Blesa»

Las acusaciones del «caso Blesa» parecen seguir caminos divergentes. Manos Limpias, que presentó en diciembre de 2009 la querella que dio origen a la investigación, tiene previsto denunciar hoy al fiscal del caso ante Eduardo Torres-Dulce, fiscal general del Estado, a quien pedirá que lo aparte del procedimiento al considerar que su actuación es «sectaria y partidista» y «sólo ha servido para entorpecer la investigación», según confirmaron fuentes del sindicato. Ayer mismo, la agencia Efe apuntaba que el fiscal ya ha solicitado incluso a la Audiencia Provincial de Madrid que anule la instrucción. Fuentes de la Fiscalía General del Estado se limitaron a precisar a este periódico que a la institución no se le ha notificado nada en ese sentido.
Los desencuentros entre el fiscal –que hace unos días se opuso al ingreso en prisión del ex presidente de Caja Madrid– y Manos Limpias vienen de lejos. Desde el sindicato se denuncia «la actitud errática y contraria al esclarecimiento de los hechos de la Fiscalía en este caso». «Estamos sosteniendo la acusación contra Miguel Blesa y Gerardo Díaz Ferrán en solitario, sin ninguna ayuda del fiscal», se quejan al tiempo que dejan constancia de su «sorpresa y perplejidad» ante la posibilidad de que el representante del Ministerio Público reclame ahora a la Audiencia Provincial la nulidad de las actuaciones. «No está cumpliendo con su función de defender la legalidad», denuncian.
«El artículo 124 de la Constitución deja muy claro –añaden– que la función del Ministerio Fiscal es promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad, los derechos de los ciudadanos y del interés público. Pero aquí hay decenas de miles de afectados que ven cómo el fiscal, en lugar de defenderlos, se dedica a poner zancadillas a la investigación».
La iniciativa de Manos Limpias no tiene visos de prosperar, pero sí evidencia la disparidad de criterios de ambas acusaciones en el procedimiento.
Ordenadores incautados
Fuentes jurídicas recuerdan que la Fiscalía se ha opuesto a lo largo de la investigación a varias medidas acordadas por el juez Elpidio José Silva, titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, «entre ellas, sin ir más lejos, la orden de incautación de los ordenadores de Blesa».
El próximo miércoles, el instructor de la causa ha citado a declarar como imputados a los seis integrantes del comité financiero de Caja Madrid durante la presidencia de Blesa (que aprobaron el préstamo a Marsans ahora bajo sospecha): Matías Amat, Ildefonso Sánchez Barcoj, Gonzalo Alcubilla, Fernando Sobrini, Juan Bartolomé y Luis Crespo.
Blesa ingresó en prisión por orden del juez Silva el pasado jueves, aunque apenas 24 horas después abandonó la prisión de Soto del Real (Madrid) tras abonar los 2,5 millones de fianza que le impuso el magistrado. En el auto de prisión, Silva sustentaba su decisión ante el «innegable riesgo de fuga», lo que aconsejaba imponerle «una fianza cuantiosa».
La decisión del magistrado se producía después de que Manos Limpias ampliase su denuncia inicial por el préstamos de 26,6 millones de euros de Caja Madrid a Díaz Ferrán. En esta ocasión, el sindicato denunció las presuntas irregularidades en la compra, por parte de Caja Madrid, del City National Bank of Florida en 2008, una operación en la que Silva aprecia «muy relevantes indicios de criminalidad».
Ni rastro del ex banquero este fin de semana
Cámaras de vigilancia en cada esquina y, de fondo, el ruido de los coches que circulaban por la A-6, pero ni rastro de Miguel Blesa en los alrededores de su chalé de la lujosa urbanización madrileña «La Florida». Tras una entrada blindada con barreras que no permiten ver apenas nada de lo que hay detrás, se esconden varios inmuebles, de construcción moderna y elegante, que desbordan elitismo por cada metro cuadrado. Uno de ellos es el que posee el ex presidente de Caja Madrid, aunque se desconoce si ha pasado allí el fin de semana. De hecho, por la zona nadie le ha visto y pocos saben que vive en dicha urbanización ya que, al ser propiedades de lujo, los datos de sus dueños están bien protegidos y se impone la discreción. Algunos vecinos sí comentan la presencia de fotógrafos a la entrada del ostentoso complejo, pero, lejos de asociarla con el banquero recién salido de la cárcel que ha acaparado durante este fin de semana las portadas de los periódicos, la relacionan con las bodas y los diferentes eventos que se celebran allí por todo lo alto. El estilo de vida de este complejo urbanístico complica aún más si cabe seguir el rastro de Blesa: poca gente pasea por la calle salvo los empleados del servicio, ya que los propietarios de los inmuebles suelen entrar o salir de ellos directamente en coche. Lo mismo pasa en La Florida, donde la valla se retira para permitir la entrada de dos vehículos y deja ver una amplia zona ajardinada. En el recinto, vigilado las 24 horas por cámaras y personal de seguridad, no se distingue ningún dispositivo especial de protección, por lo que se siembra aún más la duda de si el ex presidente ha utilizado este chalé como refugio en un fin de semana en el que ha estado en el punto de mira. En cualquier caso, enclaustrarse en una de sus propiedades siempre será mejor que estar encerrado entre las rejas de Soto del Real, donde precisamente el lujo no es lo que más abunda.
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