Abengoa
La banca acreedora no se contenta con la venta de la filial de Abengoa
Los ingresos por el 47% de participación de la empresa sevillana en la americana Yieldco no servirían, al estar parcialmente «hipotecados».
Las opciones para encontrar una salida a la maraña de deudas, avales y garantías varias que arrastra Abengoa se complican. La empresa sevillana, que necesita una inyección de 450 millones de euros para los cuatro próximos meses (100 millones de forma urgente, antes de que acabe el año) se sentará posiblemente hoy a negociar una refinanciación con la banca española acreedora (todas las grandes entidades salvo BBVA) para tratar de desencallar una situación que ha colocado a una de las mayores firmas energéticas del mundo en una situación de preconcurso de acreedores. La compañía no acudió finalmente a la cumbre de ayer, que se quedó reducida a la preparación de la estrategia entre los bancos y sus asesores financieros (KPMG) y legal (Uría). El principal aval de Abengoa, la «fortaleza» de su filial estadounidense Yieldco, de la que conserva el 47%, es la primera opción aunque no parece suficiente para que los acreedores cubran hoy las necesidades de la matriz.
Según fuentes próximas a la negociación, las entidades presentes en la reunión de ayer (Banco Santander, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Banco Popular, HSBC y Credit Agricole, más la entidad estatal sueca EKN) tienen serias dudas de que ese 47% no se encuentre ya parcialmente «hipotecado» como garantía de otras operaciones financieras. Los títulos de Yieldco, que cotizan en Wall Street, valen tres veces más que los de su matriz (unos 1.300 millones de euros a precio de mercado), lo que generaría un ingreso de más de 600 millones para Abengoa, superior a las necesidades de capital más urgentes.
Sin embargo, The Children’s Invesment Found (TCI) debería recibir al menos 120 millones de esa venta, pues los títulos de Abengoa en su filial estadounidense figuran como garantía de una operación con TCI. La banca acreedora estima que esta enajenación sería además insuficiente para hacer frente a la deuda conjunta de cerca de 25.000 millones que arrastra Abengoa y exige otras medidas que hagan viable una nueva línea de financiaciación, entre ellas que ponga en marcha un plan de venta de activos que la energética contempla desde mediados de este año. Dicho plan podría generar ingresos de entre 500 y 1.200 millones hasta 2016, según cifras de la propia compañía.
Este plan contempla deshacerse de dos plantas de cogeneración en Brasil y otra en México, una planta de ciclo combinado en Argelia y dos plantas solares, una en Sudáfrica y otra en los Emiratos Árabes Unidos. Además, Abengoa vendería sus derechos sobre concesiones en Iberoamérica y otros negocios de desalinización y biofuel.
La posibilidad de que se alcance un acuerdo y las declaraciones de miembros del Gobierno sugiriendo la posibilidad de que aún se esté a tiempo de encontrar un socio comercial para Abengoa hicieron repuntar ayer los títulos de la empresa.
Las acciones B de Abengoa, las más líquidas, ganaron casi un 7,4% al cierre de mercado, hasta los 0,35 euros. A pesar del repunte, los títulos de la compañía se encuentran todavía lejos de los 0,91 euros que valían antes la presentación del preconcurso.
La ministra de Empleo, Fátima Bañéz, se mostró ayer convencida de que la solución para reflotar la compañía es viable. «Si las partes tienen un diálogo constructivo con los gerentes de la compañía, los bancos y administraciones públicas podemos buscar una solución que pase por la búsqueda de un socio industrial que le dé estabilidad al modelo de negocio para mantener los empleos, especialmente en Andalucía», remarcó.
Sin embargo, las fuentes consultadas afirman que para la banca acreedora la mejor opción es dejar caer a Abengoa y acudir al concurso para mantener su opción de cobro preferente, tanto si se inyecta como no capital para reflotrar la firma. En cualquier caso, la familia Benjumea perderá el control de Abengoa, anticipan las mismas fuentes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar