La recuperación económica
La caída de los precios empuja al BCE a elevar el «manguerazo»
Los mercados financieros aguantan la respiración a la espera de las medidas que anunciará hoy Mario Draghi, el Presidente del BCE (Banco Central Europeo), tras la última reunión de su Consejo de Gobierno del año. En este encuentro, decisivo para marcar la estrategia de crecimiento de Europa, se adoptará un catálogo de medidas para acercarse a su objetivo de remontar la debilitada inflación hasta un valor por debajo, pero cercano, al 2%. Entre ellas, se barajan nuevos estímulos económicos y una reducción de la facilidad de depósito. Los precios están aún muy alejados de los propósitos del BCE y siguen en la zona 0%. La tasa de inflación interanual se mantuvo en un 0,1%, sin cambios respecto al mes anterior, un estancamiento inesperado, por debajo del 0,2% que pronosticaron los economistas. En especial, la caída de dos décimas (0,9%) en el penúltimo mes del año de la inflación subyacente, los precios de los elementos menos volátiles, ha hecho saltar las alarmas. A pesar de estos datos, el banquero italiano había anunciado en noviembre que la entidad que preside haría lo que estuviera en su mano «para aumentar la inflación lo más rápido posible».
Las previsiones de los analistas apuntan a que, con ánimo de aliviar las presiones deflacionarias, el BCE podría decidir ampliar el programa de compra de deuda pública, el Quantitative Easing (QE); es una herramienta puesta en marcha desde marzo del presente año que funcionará, al menos, hasta septiembre de 2016. El analista Larry Hatheway, de la firma inversora GAM, se une a las especulaciones que indican que este programa podría aumentar el volumen de las compras -60.000 millones de euros actualmente- en 10.000 millones al mes. Además, Draghi podría anunciar hoy algo que ya insinuó en comparecencias previas: una prolongación en el periodo de duración del QE hasta finales de 2016, o incluso hasta mediados de 2017. Otras teorías juegan con la posibilidad de que la entidad empiece a comprar otro tipo de bonos, como de deuda regional o de ayuntamientos, algo que se dibuja como poco probable.
El BCE ya sopesó una reducción de los tipos de interés de depósito, en -0,2% desde septiembre de 2014, que podrían bajar ahora al -0,3%, doblarse hasta el -0,4% o incluso estar impuestos a una tasa de depósito progresiva. De acuerdo con las predicciones de Hatheway, es posible que la entidad europea esté dispuesta a penalizar aún más a los bancos que no muevan los depósitos con el propósito de que el dinero desemboque en forma de préstamos en la economía real. Estas suposiciones se alimentan de las promesas de acción adelantadas por Mario Draghi durante los meses precedentes del ejercicio.
Hoy se celebrará una reunión clave para marcar las directrices políticas que seguirá la autoridad monetaria europea, aunque no será sencillo llegar a una decisión unánime entre los miembros. Especialmente, teniendo en cuenta la oposición liderada por el presidente del Banco Central Alemán, Jens Weidmann, que muestra un abierto escepticismo hacia la política ultraexpansionista que promueve el BCE. Por otra parte, no parece improbable que el Eurobanco corrija a la baja las previsiones de inflación de septiembre, en 1,1% para el año 2016 y 1,7% para 2017.
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