Tipos de interés
La Fed desafía a Trump y mantiene los tipos de interés en EE UU
El banco central americano deja la puerta abierta a una posible bajada ante las "crecientes incertidumbre"de la economía
El banco central americano deja la puerta abierta a una posible bajada ante las "crecientes incertidumbre"de la economía.
La Reserva Federal mantiene, de momento, los tipos de interés pese a las presiones del presidente de EE UU, Donald Trump, que quería bajarlos a toda costa este año. Eso sí, la FED dejó abierta la puerta a un cambio de posición al asegurar que «seguirá de cerca la evolución de la economía ante las crecientes incertidumbres».
El banco central americano ha informado de su decisión en un comunicado en el que explica que las expectativas no han cambiado desde su última reunión, en mayo. Con la vista puesta en fomentar la máxima estabilidad laboral y de precios, por 9 votos a 1 en contra, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) sostienen los tipos mientras vigilan la expansión sostenida de la economía, la fortaleza del mercado laboral y el objetivo de inflación. Aceptan que las incertidumbres han aumentado, pero desoyen los peores presagios y esquivan los augurios del presidente del BCE, Mario Draghi, que hablaban de rebajar tipos o comprar deuda.
Desde luego, la situación de la economía europea es distinta a la de EE UU, con precios estables, tasas de paro envidiables y un crecimiento sostenido. Las declaraciones de Draghi sentaron mal en la Casa Blanca. El presidente Trump tuiteó que «los funcionarios del BCE consideran que el recorte de tasas es la herramienta principal para cualquier nuevo estímulo» y que «el DAX alemán (la bolsa alemana) subió debido a los comentarios de estímulo de Mario Draghi. Muy injusto para los Estados Unidos!». Trump también acusó a los europeos de manipular los tipos para perjudicar a la economía estadounidense.
Pero sus ataques no acabaron ahí. «Pues veamos lo que hace», advirtió en referencia al presidente de la Fed, Jerome Powell, un día antes de que el organismo decidiera qué hacía con los tipos. Unas palabras especialmente ominosas, habida cuenta de que el presidente estadounidense respondía a una pregunta muy concreta. Básicamente, el periodista quería saber si tenía previsto destituir a Powell en función de su apuesta con los tipos. No era baladí: se trata de la más esperada por los mercados e inversores, la más decisiva que haya tomado Powell desde que tomó posesión del cargo en 2018, y que, de momento, mantiene estable, luego de llegar al cargo precedido de comentarios favorables a subir los tipos.
Con éstos anclados entre el 2,25% y el 2,50%, todas las miradas están puestas en la reunión entre el presidente Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, durante la cumbre del G-20 en Japón, los próximos 28 y 29 de junio. Entre otras cosas, porque Powell había avisado hace dos semanas de que los tipos variarán en función de la marcha de las negociaciones. «No sabemos cómo o cuándo se resolverán estos problemas», dijo, en relación a los múltiples frentes en los que actualmente juega EE UU.
De la posible guerra comercial con China a las amenazas arancelarias con México y la renegociación de algunos tratados comerciales absolutamente esenciales, todo son incertidumbres. Sobre todo con un jugador tan poco previsible y heterodoxo como Trump, que no tiene empacho en jugar incluso a la contra del criterio de sus asesores. «Estamos vigilando de cerca las implicaciones de estos acontecimientos desde la perspectiva económica de los EE UU», comentó hace dos semanas. «Y como siempre, actuaremos según corresponda para sostener la expansión, con un mercado laboral fuerte y una inflación cerca de nuestro objetivo simétrico del 2%», añadió.
Todo perfecto, todo más o menos repetido en el nuevo comunicado de la Fed, excepto en el caso de que las negociaciones con China descarrilen y las condiciones no sean ventajosas para EE UU. En ese caso, la Reserva Federal se vería abocada a reactivar la economía actuando sobre los tipos con el fin de suturar, en la medida de lo posible, las más que previsibles heridas provocadas por una guerra comercial de efectos desconocidos. Pero los expertos vaticinan que habrá recortes antes de acabar el año por más que los funcionarios de la Fed creen que la economía está en su mejor momento.
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