Bruselas
La UE flexibiliza norma para reducir emisiones de los coches
Los embajadores permanentes de los Estados miembros ante la UE han confirmado este viernes el acuerdo alcanzado con el Parlamento Europeo que flexibiliza la normativa que obligará a los fabricantes de coches a reducir las emisiones de CO2 de los vehículos hasta 95 gramos por kilómetro de aquí a 2020, tal y como exigía Alemania.
El nuevo reglamento comunitario define los términos y condiciones para que los fabricantes de coches alcancen el objetivo de reducir las emisiones de C02 en el caso de los nuevos turismos de aquí al 2020 hasta los 95 gramos por kilómetro.
El acuerdo contempla que el 95% de los nuevos coches vendidos deberán cumplir con este objetivo en 2020 y el 100% a finales de 2020.
La normativa también contempla el uso de los llamados 'supercréditos' de 2020 a 2022, traducidos en incentivos para que los fabricantes de coches desarrollen nuevas tecnologías y produzcan coches que emitan menos de 50 gramos por kilómetro dado que estos contribuirían mucho más al cumplimiento de los objetivos.
El límite para los supercréditos ha sido fijado en los 7,5 gramos por kilómetro durante un plazo de tres años, de 2020 a 2022.
La Comisión Europea revisará la normativa a finales de 2015 para establecer los objetivos para después de 2020.
La nueva normativa entrará en vigor al tercer día de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
El texto todavía tiene que ser aprobado formalmente tanto por el Parlamento Europeo, cuyo voto en pleno se espera que ocurra en enero
y por parte de los Estados miembros, que tienen previsto hacerlo una vez vote la Eurocámara.
La presidencia lituana de la UE y los negociadores de la Eurocámara alcanzaron el pasado martes un acuerdo para flexibilizar la norma que obliga a los fabricantes de coches a reducir las emisiones de CO2 de los vehículos hasta 95 gramos por kilómetro de aquí a 2020, tal y como exigía Alemania.
El Gobierno de Berlín bloqueó en junio el anterior acuerdo entre los Gobiernos y el Parlamento alegando que tendría un impacto negativo sobre la industria automovilística y forzó que se renegociara la norma para suavizarla.
La organización ecologista Greenpeace ya denunció el pasado 26 de noviembre que el compromiso alcanzado permite en la práctica retrasar tres años el objetivo de 95 gramos por kilómetro gracias a la combinación de una fase de introducción gradual y del uso de los denominados 'supercréditos'.
La introducción gradual permitirá, según Greenpeace, que el 5% de coches más contaminantes de cada fabricante no deba cumplir con los estándares de emisiones hasta 2021, un año más tarde.
Además, el acuerdo entre la Eurocámara y la presidencia lituana permitirá usar los 'supercréditos' hasta 2022. Este sistema permite a los fabricantes compensar el impacto de sus vehículos más contaminantes con un número muy inferior de coches bajos en emisiones, como los eléctricos.
"Estos supercréditos significan que los fabricantes pueden superar los objetivos sin pagar ninguna multa", ha denunciado Greenpeace.
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