Macroeconomía
Las incertidumbres políticas ponen en riesgo 5.000 millones de PIB
La bolsa perdió un 19% entre las dos últimas elecciones. Una décima menos de PIB son 21.000 empleos.
La bolsa perdió un 19% entre las dos últimas elecciones. Una décima menos de PIB son 21.000 empleos.
La moción de censura presentada por el PSOE el viernes «va contra la estabilidad de España, tan necesaria hoy, y perjudica la recuperación económica. Es mala para España, mala para los españoles, introduce muchísima incertidumbre y es lesiva para el futuro de todos los ciudadanos». Son palabras de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, al término de la tradicional reunión del Consejo de Ministros de los viernes. Con independencia de los intereses partidistas, puede que a Mariano Rajoy no le falte razón. Los periodos de incertidumbre no son buenos para ningún país, pero menos para España que, pese a que lidera el crecimiento en la Eurozona, es una economía que, junto con la italiana, siempre está en el centro de las dudas que surjan sobre el futuro de la moneda única.
Cuantificar el «daño» de la incertidumbre política en la economía es casi un ejercicio de malabarismo. Pero hay precedentes. El Banco de España estimó que el impacto de las dudas que sobrevolaron la economía española en 2016 fue de 0,4 puntos porcentuales en el crecimiento del PIB, lo que equivale a hablar de una pérdida potencial de 4.475 millones de euros. Es cierto que ese año Reino Unido anunció su decisión de salir de la UE y agudizó las dudas sobre la economía mundial. ¿Cuánta pérdida de PIB es achacable directamente a la situación doméstica? Una o dos décimas, pero es imposible desligarla de situaciones que afectan a los mercados.
El ejemplo de 2016
El 2 de octubre de 2015, hace ya más de tres años, Mariano Rajoy convocó elecciones generales para el 20 de diciembre de ese mismo año, terminada casi su primera Legislatura. Ese día, el Ibex cerró en 9.603,6 puntos, 223 puntos menos que el pasado viernes, un 2,32% en términos relativos. En más de dos años y medio, el principal índice de la bolsa española ha permanecido ajeno al crecimiento económico, a los vientos de cola de un petróleo barato, al multimillonario apoyo del BCE... El viernes, la capitalización del Ibex cayó en 10.500 millones de euros, pero es posible que ése no sea su suelo.
El 24 de junio de 2016, el viernes previo a las nuevas elecciones generales, el Ibex acabó en 7.787,7 puntos. Un 19 por ciento por debajo de cuando todo era normalidad democrática. Cada punto porcentual de caída del Ibex supone una pérdida de 6.000 millones en el valor de mercado de sus empresas.
El Banco de España estimó en 2016 que el crecimiento del consumo se frenó en un punto porcentual. Teniendo en cuenta que ese año ascendió a 854.148 millones (datos del INE), la incertidumbre redujo el gasto final en más de 8.500 millones. La inversión (221.966 millones) pudo haber sido aún mayor. El perjuicio se estimó en 5.300 millones.
La situación puede repetirse este año. La economía española, que ha sumado once trimestres consecutivos creciendo por encima del 3% en tasa interanual, frenó su marcha en los tres primeros meses hasta el 2,9%. En el segundo trimestre, las previsiones no son más optimistas y puede que el PIB reduzca su marcha una o dos décimas. No sólo es la incertidumbre local. Es un petróleo más caro y unas ayudas del BCE que están llamadas a desaparecer en septiembre, salvo que Draghi lo remedie.
¿Y en materia de empleo? Es aún más impredecible. Siguiendo las pautas del Programa de Estabilidad enviado por el Gobierno a Bruselas, un impacto negativo en el crecimiento del PIB de una décima se traduce en la pérdida de unos 21.000 empleos.
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