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Los programas de bienestar financiero de las empresas

Óscar Herencia, Director General de Metlife Iberia
Óscar Herencia, Director General de Metlife Iberialarazon

Ayudará a nuestros empleados a manejar el estrés, especialmente en relación con su situación financiera, debe ser un imperativo para las empresas. En tanto en cuanto, el estrés financiero se ha convertido en un problema mayor para los españoles, desde las empresas se está empezando a trabajar en la implantación de programas para ayudar a sus empleados con sus finanzas, al igual que ya se hace con las iniciativas de bienestar corporativo.

Si me permitís, voy a citar aquí una declaración de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, Earvin «Magic» Johnson, que dijo una vez: «No preguntes qué pueden hacer tus compañeros por ti. Pregunta qué puedes hacer tú por tus compañeros». Esta frase me ha hecho pensar en lo importante que es para las compañías escuchar la voz del empleado, ya que sólo así seremos capaces de entender sus preocupaciones y de diseñar programas que respondan a sus necesidades. Cada vez más los empleados buscan otros beneficios más allá de la retribución económica, lo que denominamos «salario emocional». Ser capaces de responder a sus expectativas y de ofrecerles beneficios que mejoren su calidad de vida, es lo que como empresa nos coloca en una posición diferencial.

El primer paso que debemos tener en cuenta para crear un programa de bienestar financiero exitoso es el de comprender lo que realmente necesitan nuestros empleados. Para ello, hemos de abordar estos cuatro principios fundamentales:

El primero es el relacionado con la forma en la que la empresa tiene que abordar la comunicación con sus empleados. Conocerles es la única manera de diseñar programas relevantes para cada uno de ellos. La demografía importa cuando se trata de descubrir las necesidades de cada grupo y los mejores métodos de comunicación. Por ejemplo, para los más jóvenes, puede ser más importante la información sobre cómo reducir la deuda que han adquirido en su etapa de estudiantes y, sin embargo, los nuevos padres seguramente pondrán más atención en los posibles beneficios de un seguro de vida. Así, las herramientas de aprendizaje en línea pueden ser más adecuadas para los empleados más jóvenes, mientras que otros pueden preferir asesoramiento individual o incluso clases, especialmente para temas más complicados.

El segundo principio es aquel que se relaciona con su salud financiera, tratando de proporcionar herramientas útiles que ayuden a los empleados a administrar sus finanzas. Al igual que el bienestar físico, trabajar para mejorar la salud financiera requiere tanto enfoque como coherencia. Proporcionar herramientas de planificación, como una calculadora que les permita averiguar cuánto necesitarán ahorrar para la jubilación, puede ayudarles a administrar mejor su dinero.

En tercer lugar, es importante tener en cuenta que necesitamos ofrecer a nuestros empleados una seguridad financiera a través de productos atractivos y accesibles . Un programa de bienestar financiero exitoso debe ser capaz de ayudar a los empleados a alcanzar sus metas abordando sus necesidades a corto y largo plazo. Los programas de retribución flexible, la refinanciación de préstamos estudiantiles, los servicios de crédito, o los seguros de vida, accidentes o enfermedad pueden ayudarles a construir su futuro y a protegerlo de futuras eventualidades.

Y, por último, destaca el abordaje de la inclusión y la educación financiera, esto es, hacer que el programa sea accesible para todos los empleados por igual independientemente de sus circunstancias y ser capaces de evaluar su grado de conocimiento. Para comprender sus desafíos financieros, hemos de entender un poco más sus comportamientos financieros, como su filosofía frente a la inversión, la jubilación o los impuestos.

A todos nos gusta sentir que tenemos el control de nuestro futuro y finanzas. Por tanto, un programa de bienestar financiero exitoso debería hacer que todos los empleados accedan a los beneficios ofrecidos por la empresa. Si nuestros empleados se sienten valorados y apoyados, estaremos construyendo un clima laboral satisfactorio y, por ende, mejorando la moral y la productividad.