Impuestos
Más esfuerzo fiscal
La mitad del sueldo de los españoles se va en impuestos, tasas, contribuciones y cotizaciones sociales diversas
Recomiendo un ejercicio práctico no exento de un cierto grado de masoquismo: se trata, por un lado, de anotar lo que gana cada uno en bruto; en otra columna habría que poner lo que se paga en impuestos, contribuciones y tasas diversas, incluyendo aquí los «ivas» correspondientes a los distintos productos que compramos. Si se tiene la paciencia correspondiente y se lleva esto al día con exactitud, al pasar un año llegaría el momento de comprobar el porcentaje de nuestros ingresos que se ha ido en pagar los impuestos de todo tipo y condición, incluidas por supuesto las cargas sociales. Llegados a ese punto nos echaríamos las manos a la cabeza por la cantidad de dinero destinada a las arcas públicas de todo tipo y condición.
Ayer, en este mismo periódico se hacía una aproximación con la siguiente conclusión: la mitad del sueldo se va en impuestos y cotizaciones y subiendo. Desde la llegada del marido de Begoña al poder, con María Jesús Montero al frente de Hacienda, el porcentaje se ha disparado. Han dejado chicos los sablazos que nos dieron Rajoy y el ínclito Montoro, que entre 2012 y 2018 protagonizaron las subidas más importantes de impuestos desde la llegada de la democracia, con el agravante de que Cristóbal salía por televisión anunciando esos incrementos y riéndose. En resumen, que nuestro destino es que el Gobierno Central, sea del signo político que sea, va a terminar «friéndonos» a impuestos, tasas, contribuciones y cotizaciones sociales diversas. Me daría con un canto en los dientes si esta situación de atraco legal, que no legítimo, hubiese tocado techo ya, pero mucho me temo que no va a ser así, porque entre el aumento del gasto en defensa y seguridad y el no tocar el social, habrá que rascarse el bolsillo todavía más. Si uno quiere llegar a la depresión casi total, después de hacer los cálculos anteriores añadiría otra columna más: la de la balanza fiscal individual. Dicho de otra manera, cuánto aporta un contribuyente a las arcas públicas y qué cantidad de dinero percibe de las mismas en concepto de servicios varios. Mejor no hacer ese cálculo para no deprimirse, pero sobre todo para no indignarse. Y, encima sin que nos digan cómo se gastan nuestro dinero, porque no hay Presupuestos Generales del Estado.