Banca

El nuevo peligro bancario: las CoCos de Credit Suisse

La decisión del Gobierno suizo de no garantizar la inversión de los bonistas lleva el miedo a los mercados

Sucursal del banco Credit Suisse en Ginebra, Suiza.
Sucursal del banco Credit Suisse en Ginebra, Suiza.dreamstime

La crisis bancaria desatada en Estados Unidos tras la quiebra del Silicon Valley Bank se ha contagiado a Europa, poniendo contra las cuerdas a uno de los históricos de la banca del Viejo Continente: Credit Suisse. Su rescate y su fusión con UBS no acaba de resultar una solución bien aceptada por los mercados y despierta dudas sobre el papel de los bonos contingentemente convertibles, CoCos o AT1 en el argot financiero, del resto del sector. La decisión del Gobierno suizo de no garantizar las inversiones ha encendido las alarmas de los bonistas, ya que en el caso del colapso de la entidad serán ellos y los accionistas los primeros en perder su inversión, que alcanzaría a continuación a los inversores de deuda híbrida, los polémicos CoCos, bonos subordinados y deuda sénior. Sin embargo, Suiza ha planteado una fórmula distinta en Credit Suisse, en la que sitúa en primer lugar a estos derivados.

Este tipo de bonos son emisiones híbridas con elementos de deuda y también de capital, generalmente perpetuas, pues no cuentan con una fecha de vencimiento, aunque el emisor se reserva el derecho de rescatar el bono una vez se cumpla un período concreto desde su lanzamiento, normalmente cinco años en el caso de España, explica Efe. La normativa europea (CRD IV) permite sumar a los requerimientos exigidos a cada entidad un 1,5% de capital adicional a través de este tipo de emisiones destinadas a grandes inversores, en línea con lo que sucede en Estados Unidos y Reino Unido. Esto explica que en los últimos años la banca haya recurrido a ellas.

La principal característica de este tipo de emisiones es que, si se dan determinadas condiciones incluidas en el folleto de su emisión, pueden llegar a convertirse en acciones. Entre las más comunes se encuentra que la ratio CET1 descienda por debajo de un nivel determinado. Sin embargo, en la crisis de Credit Suisse, las autoridades de supervisión del país decidieron liquidar a cero las emisiones de CoCos del banco por un importe de 16.000 millones de francos -prácticamente la misma cantidad en euros-, para absorber parte de las pérdidas y facilitar su absorción por UBS. Aunque los folletos de emisión de esos CoCos contemplaran la liquidación si la entidad era rescatada, la decisión llevará seguramente a más de un afectado a emprender acciones legales teniendo en cuenta que los accionistas no perderán todo su dinero.

Además, los expertos dan por hecho que el precio del riesgo de crédito tendrá que revisarse al alza, empezando por las emisiones de CoCos, aunque este lunes el Banco Central Europeo, la Junta Única de Resolución y la Autoridad Bancaria Europea defendían el uso de estos instrumentos. Las tres instituciones explicaron el lunes que en el modelo de rescate bancario europeo los accionistas son los primeros en absorber pérdidas, y solo después del pleno uso de las acciones ordinarias, entraría en juego la deuda AT1, los CoCos. En la misma línea se expresaron el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal.

El exconsejero de la Junta Única de Resolución Antonio Carrascosa afeó que Suiza no haya aplicado el marco de resolución establecido y teme que si no se hace, lo más probable es que se acabe favoreciendo aun más la existencia de entidades demasiado grandes para quebrar, justo lo que pretendía evitar el nuevo marco de resolución. También recuerda que en una eventual intervención en caso de crisis serían los instrumentos de capital ordinario de las entidades los primeros en soportar las pérdidas, separándose así de la línea aplicada por las autoridades suizas en el caso de Credit Suisse. Este enfoque se ha aplicado sistemáticamente en casos anteriores y "seguirá guiando" las acciones de la supervisión bancaria de la JUR y el BCE en las intervenciones en caso de crisis.

Por su parte, el Banco de Inglaterra ha recordado que los instrumentos AT1 o CoCos se ubican por delante de los instrumentos CET1 en la jerarquía, señalando que los tenedores de tales instrumentos deben esperar estar expuestos a pérdidas en resolución o insolvencia en el orden de sus posiciones en esta jerarquía. Este fue el enfoque utilizado para la reciente resolución de Silicon Valley Bank UK, en la que todos los instrumentos de nivel 1 adicional (AT1) y T2 de SVB UK se amortizaron en su totalidad y la totalidad del capital social de la empresa se transfirió por una suma nominal de una libra.

La banca española tiene en estos momentos unos 22.500 millones de euros en emisiones de estos bonos contingentes convertibles (Cocos), la denominada deuda anticrisis que las entidades empezaron a emitir tras la crisis financiera de 2008 con la idea de reforzar su capital. El Santander figura a la cabeza con emisiones de este producto financiero, incluidos en dólares, que suman 7.811 millones de euros. A continuación figuran el BBVA y CaixaBank, ambas con un saldo vivo en este tipo de emisiones de 5.000 millones. La duda está en si las entidades amortizarán anticipadamente su colocación y aprovecharán las opciones de recompra con las que cuentan o mantendrán esta deuda perpetua para evitar emitir nueva a un coste mayor. En septiembre, el BBVA y el Santander tendrán la opción de recomprar sendas emisiones de 1.000 millones por las que pagan un 5,875% y un 5,25%, respectivamente. Y ese mismo mes CaixaBank, que paga un 6,375% por una emisión de deuda de Bankia de 500 millones de euros, también podrá optar a su recompra.