Vivienda

¿Puedo vivir con mi perro de servicio en un piso de alquiler que prohíbe mascotas?

Estos perros están entrenados individualmente para trabajar o realizar tareas en beneficio de una persona con discapacidad

Las mascotas proporcionan felicidad en tiempos de confinamiento
MascotasObjetivo BienestarLa Razón

Las mascotas ocupan un papel fundamental en el núcleo familiar de muchas personas en todo el mundo, acompañándolas en todo momento y ofreciéndolas un cariño desinteresado. No obstante, el vínculo entre el humano y animal puede ser mucho más indispensable para algunas personas, ya que estos peludos pueden suponer numerosos beneficios para su salud como reducir su estrés, mejorar su estado físico, mejorar la sensación de soledad o incluso ayudarles en su día a día.

Los perros de servicio son “cualquier perro que esté entrenado individualmente para trabajar o realizar tareas en beneficio de una persona con discapacidad, incluyendo una discapacidad física, sensorial, psiquiátrica, intelectual u otra discapacidad mental", explican desde el portal inmobiliario Fotocasa. Por tanto, estos están entrenados para cada situación específica, ofreciendo ayuda a todo tipo de personas con discapacidad.

Pero, ¿qué ocurre si vivimos en un piso de alquiler? ¿Puede el casero prohibirnos tener un animal de compañía en el piso? La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) deja libertad a los propietarios para decidir si aceptan animales de compañía o no en el piso que tienen alquilado.

No obstante, los perros de servicio no se consideran animales de compañía, por lo que estos pueden eludir la "política de no mascotas" en pisos de alquiler. Por tanto, si un inquilino puede demostrar que tiene una discapacidad igual o superior al 33%, y que para poder llevar a cabo sus tareas diarias necesita la ayuda de un perro de servicio, el casero deberá aceptarlo en su vivienda. Además, la ley establece que un propietario no tiene la virtud de rechazar a un potencial inquilino sólo por su discapacidad.

En esta línea, una persona deberá demostrar que tiene una condición de discapacidad, "presentando su carné correspondiente y su identificación de la unidad de vinculación entre él y su perro de asistencia", explica el portal inmobiliario. De esta forma, el perro de asistencia podrá acceder a la vivienda y también a las zonas comunes del edificio.

Pero, ¿qué pasa si el casero se niega a aceptar un perro de servicio en el piso de alquiler? En el caso de que el inquilino pueda demostrar que tiene cierto grado de discapacidad y que por ello, necesita la ayuda de un perro guía el casero no podrá negarse a aceptarlo. Además, el animal deber cumplir con una serie de requisitos:

  • Estar adiestrado específicamente para cubrir las necesidades concretas de la persona en situación de discapacidad.
  • Contar con el adiestramiento de un centro reconocido y homologado.
  • Llevar un microchip.
  • Cumplir con unas condiciones higiénicas estrictas.
  • Estar al día de las revisiones veterinarias anuales.
  • Mantener actualizado el documento sanitario y/o el pasaporte europeo.

Si pese a ello, el casero se niega, el inquilino podrá demandar al propietario al rechazarle por su condición de discapacidad.