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Transporte ferroviario

Renfe prevé reducir en un tercio el tiempo que sus trenes estén en los talleres con su nuevo plan de mantenimiento, en el que invertirá 1.000 millones de euros

La compañía implantará un sistema basado en la digitalización de procesos, la automatización de tareas y la instalación de sistemas energéticamente eficientes

Renfe espera reducir de forma notable el tiempo que sus trenes pasen en sus talleres con el nuevo plan de mantenimiento que va a lanzar y que contará con un presupuesto de más de 1.000 millones de euros, tal y como adelantó LA RAZÓN.

El denominado Plan Integral de Talleres y Mantenimiento 2025-2030 que ha diseñado la compañía tiene como objetivo principal la modernización, digitalización y crecimiento de las instalaciones de mantenimiento de la compañía, lo que, según aseguran fuentes de la compañía, mejorará la calidad del servicio ferroviario.

En concreto, este plan contempla una inversión de 420 millones de euros en talleres que ya están en ejecución o en fase de redacción de proyecto y hasta 490 millones de euros adicionales en talleres actualmente en estudio. A esto se suman 295,6 millones de euros destinados al Plan de Mejora de Instalaciones Industriales, que ya ha ejecutado el 25% de sus actuaciones previstas.

Uno de los pilares fundamentales del nuevo plan es el nuevo modelo de mantenimiento, que incorpora tecnologías como equipos de respaldo para evitar que el viajero sufra las consecuencias de la avería de un único equipo o sistemas de monitorización en tiempo real para detectar las incidencias antes de que se produzcan posibles fallos. El modelo, según añaden desde Renfe, introduce también sistemas de inspección automática en vía, herramientas digitales para la gestión de operaciones y equipamiento industrial modernizado en los talleres.

Trenes de vuelta a la vía más rápido

Según Renfe, la apuesta por la digitalización de procesos, la automatización de tareas y la instalación de sistemas energéticamente eficientes permite reducir el 29% las horas que los trenes pasan en mantenimiento, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de vehículos para prestar servicio y una mejora directa en la experiencia del viajero.

Para optimizar el mantenimiento, Renfe ha diseñado un modelo que combina dos sistemas de trabajo complementarios. El primero, de carácter técnico y estructurado, se centra en la revisión de los trenes bajo estrictos criterios de seguridad y fiabilidad, respaldada por los datos obtenidos de forma remota y en inspecciones automatizadas en los talleres. El segundo, más flexible y orientado a la operativa diaria, permite realizar revisiones y reparaciones sin necesidad de trasladar el tren al taller, lo que según la compañía, reduce tiempos de inmovilización y mejora la eficiencia del servicio.

La operadora extenderá las actuaciones recogidas en el por todo el territorio nacional, con actuaciones en el 85% de sus instalaciones. La compañía prevé la creación de 10 nuevos talleres y la implantación de tres nuevos centros logísticos. También tiene en estudio hasta 12 nuevos talleres.

Tras años duros salpicados de múltiples incidencias, Renfe considera que con la llegada de los nuevos trenes de gran capacidad, fabricados por Stadler y Alstom, y el nuevo sistema de mantenimiento, podrá ofrecer un servicio eficiente, puntual y confortable para los ciudadanos.