Agricultura

La sequía dispara los precios del aceite de oliva y de la paja

Alcanzan niveles históricos: la tonelada de paja, clave para la ganadería, está a 84-89 euros, y la de virgen extra ronda los 6.000 uros

Trigo seco por falta de agua en una plantación en Córdoba.
Trigo seco por falta de agua en una plantación en Córdoba.SalasAgencia EFE

No habrá ni grano ni tampoco paja. La sequía que se prolonga desde hace varios meses y las elevadas temperaturas, para esta época del año, que se han registrado en abril y los primeros días de mayo, provocarán una reducción significativa de la cosecha de cereales de otoño-invierno, que todavía es imposible de evaluar. Además, también caerá en picado la producción de paja y de los forrajes. Las citadas circunstancias climatológicas han causado daños en los cultivos de cereales.

En muchos casos no hay grano y, al mismo tiempo, las plantas no levantan un palmo del suelo, lo que significa que tampoco habrá paja. En un principio puede parecer un tema menor, pero no lo es, porque este producto es básico para la ganadería, tanto en lo relativo a la alimentación de los animales, como para sus camas y bienestar. La cosecha de forrajes también se está resintiendo.

A la vista de esta situación los precios de la paja se han disparado en las últimas semanas. En León la cotización subió 21 euros por tonelada en siete días pasando de 63 a 84 euros por tonelada. En Salamanca el último incremento ha sido de 10 euros alcanzado los 89 euros por tonelada. En comparativa anual, en León, el aumento entre principios de mayo de 2022 y de este año ha sido superior al 110%, al pasar de 40 euros por tonelada a los 84 citados anteriormente. En Salamanca la subida en el mismo periodo es de casi el 70% (de 53 a 89 euros por tonelada).

Esta situación ha llevado a ASAJA a pedir que la paja que se está empleando en estos momentos en la producción de energía mediante la biomasa se dedique a los ganaderos. En una carta dirigida a Luis Planas, el presidente de esta organización, Pedro Barato, dice que ante una situación excepcional como es esta, el mantenimiento de la ganadería debe tener prioridad sobre otros usos.

Mientras tanto, la producción de aceite de oliva de la próxima campaña también se va a resentir, ya que las elevadas temperaturas de las seis últimas semanas han repercutido negativamente en la floración, primero, y en el cuajado, después. De ahí que en quince días se hayan registrado importantes subidas de los precios en origen, que alcanzan, una vez más, durante este año 2023, niveles históricos.

En el caso de la categoría virgen extra se está a un paso de llegar a los 6.000 euros por tonelada, ya que días atrás se cerraron operaciones a 5.850 euros, según fuentes de Oleoestepa, con una subida de 100 euros en relación a la anterior. En la categoría virgen se llega a 5.400 euros y, en lampante, los precios no bajan de los 5.300 euros la tonelada.