
Energía
Soberanía nuclear: España atesora uranio para 10 años
El cierre de las centrales provocaría la pérdida de soberanía energética, según PwC. El precio del uranio se mantiene estable

El cierre del parque nuclear en España –siete reactores en cinco centrales que suman 7.400 megavatios (MW) de capacidad instalada– provocará la pérdida de soberanía energética justo cuando la Unión Europea ha puesto el foco en la necesidad de potenciar la independencia de las materias primas externas al bloque.
Esa es una de las principales conclusiones de un reciente informe de la consultora PwC. En el «Decálogo de la energía nuclear: situación actual y perspectivas a futuro», PwC remarca en el hecho de que, según la metodología aplicada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el combustible nuclear se considera «nacional».
Dicho documento destaca que esta consideración viene motivada por factores como la procedencia del uranio, «un recurso abundante y ampliamente distribuido, con diversos proveedores en un mercado abierto y sin estar sometido a conflictos geopolíticos».
Esto ha permitido que el precio de este mineral haya sido históricamente estable, oscilando entre los 5,3 euros megavatio hora de 2018 y los 6,1 euros/MWh previstos para el periodo 2025-2035.
Además, PwC subraya que, aunque se produjera un inesperado aumento de dicho precio en los mercados internacionales, el impacto en el coste de generación de electricidad de origen nuclear sería muy limitado. Esto se debe a que el combustible nuclear representa un ínfimo porcentaje de los costes totales de producción y el uranio constituye solo una pequeña fracción de ese porcentaje.
La consultora enumera en su informe los principales países productores de uranio: Australia (25% de cuota), Canadá (11%) y Kazajistán (11%)–. Asimismo, las reservas mundiales de uranio ascienden a 8 millones de toneladas, suficientes como para abastecer las centrales nucleares de todo el mundo durante 130 años.
Cabe destacar, además, que según la compañía minera Berkeley, que tiene los derechos de explotación de la mayor parte de las reservas de uranio existentes en nuestro país, España podría autoabastecerse de este material para el suministro de sus centrales nucleares durante más de 10 años y, en tan solo 18 meses, contar con el mineral suficiente como para evitar las importaciones.
Densidad energética
Otro de los factores que convierte a la nuclear en pilar de la soberanía energética española y europea es la densidad energética de su combustible.
Un reactor nuclear de 1.000 megavatios de capacidad instalada utiliza 30 toneladas de uranio enriquecido por cada recarga –que se produce cada 12 o 24 meses–, cifra que contrasta con los 2,5 millones de toneladas de carbón o los 2.150 millones de metros cúbicos de gas natural que harían falta para producir la misma cantidad de electricidad a través de las centrales térmicas.
Que las recargas se realicen con carácter anual o cada dos años asegura la estabilidad de la producción, así como la obligación de que el abastecimiento del combustible se garantice por anticipado, lo que estabiliza el sistema.
Combustibles reciclados y el auge del torio, más abundante
El sector nuclear reverdece gracias a los avances que hacen que el reactor tan solo consuma el 5% de la energía contenida en el combustible, por lo que el recurso para fabricar combustible nuclear podría durar miles de años. Además, la utilización de combustible MOX (mezcla de óxidos de uranio y plutonio) creado del reciclaje de combustible nuclear gastado; el uso como combustible de torio, más abundante que el uranio y disponible en más países; y los mini-reactores (SMR) facilitan el despegue.
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