Whistleblower Software apuesta por España para su canal de denuncias anónimo

Coincidiendo con la aprobación de la Ley 2/2023, el pasado 20 de febrero (Ley Whistleblowing), la compañía nórdica Whistleblower Software ha anunciado que apuesta fuertemente por España durante este año, en el que tiene previsto pasar a tener una plantilla de hasta 15 personas, de las que tres ya han sido contratadas.

Cabe señalar que esta ley obligará a cualquier empresa española de más de 50 empleados a establecer un sistema de denuncias seguro y confidencial, para que cualquier empleado pueda denunciar incumplimientos normativos, que pueden ir desde acoso laboral hasta blanqueo de capitales, actividades corruptas, conductas contrarias al código ético de la empresa o a los procedimientos establecidos.

Las empresas de más de 250 trabajadores disponen de un plazo máximo de tres meses desde la entrada en vigor de la ley para implantar este tipo de sistemas de información interna. El resto de las personas jurídicas del sector privado (con 249 o menos trabajadores), así como los municipios de menos de 10.000 habitantes, para los que el plazo se ampliará hasta el 1 de diciembre de 2023.

Las empresas que no faciliten este canal de denuncias pueden enfrentarse a multas de entre 1.001 y 1.000.000 de euros.

Whistleblower Software cerró en julio del año pasado una ronda de financiación inicial de 3 millones de dólares para su plataforma. Parte de ese capital irá destinado a la apertura de una oficina en España y a la contratación de 15 empleados. Aunque Álvaro Blanco, country manager de Whistleblower Software España, asegura que aún no se ha decidido el presupuesto definitivo, manifiesta a La Razón que la compañía “está dispuesta a invertir mucho en España”.

Estas nuevas contrataciones serán sobre todo para atender “funciones comerciales, ya que nuestro equipo de producto está situado en Dinamarca”. De momento, ya hay

tres personas en la oficina de Madrid, pero el proceso de contratación de gente es muy activo, según sus declaraciones.

El objetivo de Whistleblower Software es “ser el proveedor líder de servicios de denuncia de irregularidades en España. Esto incluye todos los segmentos, como la empresa, el sector público y las pequeñas y medianas empresas”, relata Blanco a esta redacción. Además, sentencia que su plataforma “se adapta a las demandas nacionales, lo que hará que el proceso de implementación para las empresas sea muy suave, así como proporcionar una gran experiencia de usuario a lo largo del uso de la misma”.

Funcionamiento del sistema

Cabe señalar que las empresas que apuesten por esta solución deberán pagar por el número de empleados que tenga.

Pero, ¿cómo funciona este canal de denuncias anónimo? “Cada cliente dispone de su propio enlace web. Se trata de su propio canal de denuncia, en el que puede añadir información relevante y permitir que el denunciante presente una declaración”, detalla Álvaro Blanco.

Para que los empleados y terceros puedan presentar denuncias las empresas “suelen publicar un enlace al canal de denuncia de irregularidades junto con su política de denuncia de irregularidades”. Estos enlaces pueden estar en sitios como la página web o la intranet de la entidad, para que el canal de denuncia de irregularidades sea accesible a todos los que quieran denunciar.

“El software de denuncia permite presentar una denuncia tanto anónima como confidencial”, explica el responsable de esta empresa en nuestro país, quien tambén detalla que el denunciante “puede volver a acceder al enlace web para comprobar el estado del caso. Los denunciantes también pueden adjuntar archivos adicionales al caso, si es que se olvidaron de hacerlo inicialmente, o comunicarse de forma segura con los responsables del caso si tienen preguntas aclaratorias”.

En este sentido, garantiza que todas las comunicaciones “están cifradas de extremo a extremo, lo que significa que nadie ajeno al equipo de investigación puede ver la información enviada. Ni siquiera nuestro personal de Whistleblower Software puede acceder a ella”.

Además, los denunciantes también pueden elegir permanecer en el anonimato durante todo el proceso, “lo que significa que un gestor de casos no sabe de quién procede el caso, e incluso si un gestor de casos inicia un diálogo con un denunciante para obtener más información, no ve los datos de contacto del informante”.