Opinión

Temprano levantó la muerte el vuelo…

Muere Ignacio Redondo, director jurídico de CaixaBank, a los 47 años en un accidente de moto. Destacó su enorme esfuerzo para aglutinar en la fusión de CaixaBank y Bankia todas las fuerzas de sus asesorías jurídicas

Ignacio Redondo, director jurídico de Caixabank
Ignacio Redondo, director jurídico de CaixaBankLevante

Nadie podía pensar que ayer estuviéramos hablando varias veces al día y esta noche maldita te fueras por los altos andamios de las flores donde te requerí en muchos momentos para hablar de muchas cosas. Llevábamos hablando casi todo este siglo de proyectos conjuntos de abogacía y siempre Nacho Redondo me produjo una especial simpatía e igual cariño al que yo le mantuve toda la vida y le mantendré porque para mí no ha muerto, por como tantos otros a los que se les recuerda. La ley sagrada de que nadie muere hasta que no se le olvida se cumplirá con el paso de los días tristes de la ausencia y permanecerá como el símbolo del saber hacer, saber estar y saber unificar las teorías más favorables para el Estado de Derecho.

Nacho fue cercano, sencillo, humilde y por encima de todo un hombre al que no se le resistió nada por difícil que fuera, incluso hasta en los asuntos más importantes que dirigió en silencio, tuvo una visión y una rotunda seguridad y nunca quiso ponerse medallas pero sí floreció donde se le plantó en cada hito importante de su vida. Tuvo tiempo para dedicarse a unas de sus pasiones como fue la música. Su soñado conjunto con abogados del Estado llamado «El imperio de la ley» era, además de su hobby, un gran y moderno conjunto formado por grandes profesionales.

A lo largo del siglo XXI tuvo que defender grandes causas contra personas inocentes y conocidas y al final siempre le asistió la razón y tuvo el lema que aprendió de Isidro Fainé, al considerar que el bien no hace ruido y el ruido no hace bien. Ese fue el escudo de sus grandes ideales y al igual que su enorme esfuerzo para aglutinar en la fusión de CaixaBank y Bankia todas las fuerzas de sus asesorías jurídicas naciendo una sola y donde estuvieron y están presentes las tendencias más beneficiosas para el resurgir de un gran banco con vocación de ser el referente del trabajo bien dirigido, bien coordinado y bien hecho.

Pasarán los días y Nacho estará con nosotros en cada uno de nuestros pensamientos y cada cuestión jurídica que nos plantee problemas. Él se ha ido tal y como vivió, sin hacer ruido y sin molestar a nadie. Hoy somos muchos los que lloramos, los que ya lo echamos de menos, pero ante esta gran pérdida hay que fortalecer su recuerdo y estilo y seguir haciendo de él nuestra continuidad en los días tristes y nuestra esperanza en el lento paso del tiempo.

Lo que ninguno hemos pensado jamás, Nacho Redondo ha muerto... su esposa y sus dos niñas necesitan seguir pensando que no es verdad, como pensamos toda su gran familia de leales siempre presentes. Desde hoy, Nacho estará más vivo que nunca en nuestra vida hasta la eternidad. Y será definitivo porque ya tenemos un motivo para buscarlo todas las noches como una de las estrellas más brillantes en el espacio infinito. Descansa en paz. No te olvidaremos nunca.

Manuel Medina González, socio fundador del despacho Medina Cuadros Abogados